Todos Matamos A Emely
Muy sabiamente y como todo un avivato he decidido abundar en el tema del vil asesinato de Emely Peguero, ahora pa' coger los mangos bajitos.
Esta es la historia de la joven francomacorizana embarazada de 16 años, la cual fue victima de su novio, quien alegadamente de la forma mas barbarica le hizo un aborto rustico mediante el apuñalamiento del feto vía vaginal y después la remato con severos golpes a la cabeza.
Para tratar de ocultar este hecho el se asistió supuestamente de su madre, una señora acaudalada y con fuertes cuñas en el sistema político Dominicano.
Esta señora removió el cuerpo de la joven fallecida en tres ocasiones, pagando fuertes sumas de dinero y al final quiso utilizar el mismo como moneda de trueque para salvarse del lío en el que su vástago la había metido, o no fue asi?
Si esta historia se contara hasta aquí fuera cruel, perversa, indolente pero sobre todo muy sencilla, no tendríamos que ponernos a pensar el por que, quien o que le fallo a Emely?
Fueron ella y su novio con sus decisiones precoses y hormonas sobre calentadas la base del problema?
Acaso podemos negar que obviamente la joven contaba con padre permisivos, los cuales quizás movidos por el avance social y económico de su hija y a la vez el de ellos, aceptaron los amoríos de esta a la tierna edad de 12 años.
Podríamos a su vez decir que la misma iglesia católica a la cual la madre de la victima admite ser fiel seguidora, también debería llevarse una parte de este pastel, pues es la férrea oposición de esta iglesia al aborto en la Republica Dominicana, utilizando sus tentáculos para manipular el poder legislativo lo que ha servido para crear un afecto de sopita Maggie en el sancocho de culpas de esta tragedia.
Son culpables también las mujeres de este país que aun siendo la mitad del electorado han permitidos que un grupo de legisladores con amantes y curas cundangos decidan sobre su derecho a ser madres a no.
No debemos olvidar que si la mama del despiadado Marlon es culpable de criar un hijo sobre protegido, sin actitud ni aptitud para la vida, no menos cierto que el teniente que la embarazo y el cual ella decidió no hacerlo participe de su vida, hoy es un general y si hubiese gustado hace muchos rangos atrás hubiese estado en la vida de su hijo, quizás otra cosa hubiese sido, pero el prefirió hacerse el loco y hoy solo pone cara de yo no fui.
A cada uno de estos culpables los entiendo pues yo soy peor que ellos! pues: si a mi hija adolescente la enamora el hijo de Bill Gates seria feliz, pues con ese dinero obtendría poder político, me haría congresista con el aval de mis amigos curas, así devolviéndoosle el favor que deseen, cuando mi hija se embarace el Billy, ni por el diablo podrá abortar pues para mi conveniencia, ni yo ni mucho menos mi esposa estaremos de acuerdo en matar a tan importante criatura.
Eso si, que si después de darle tantos brebajes abortivos a mi amante, esta me pare un hijo y me pide que me aleje, así lo haré, aunque esto le cueste la vida a otra Emely.
Carlos J. Díaz Gómez
Comunicador, reside en Baltimore, Maryland