FOGARATÈ: Recuerda: eres humano…


Vete al acantilado (¿recuerdas el olor del salitre y cómo se abalanzan desde lo alto los pelícanos hambrientos de car­dúmenes?) Vete a cualquier pedazo de verde (¿recuerdas la altura de los nidos y el ave que no teme los atardeceres?). Tírate al suelo y concentra tu asombro en el alegre afán de las hormigas (¿recuerdas la materialidad serena de tu piel?). Dedica tu oído al diálogo del viento con las palmas (¿cuándo dijiste por primera vez "soy humano"?). Vete a la montaña (¿recuerdas la total profundidad del cielo?). Entonces volverás a ser esencialmente humano, muy lejos de todas estas atrocidades que te atormentan.

POR: RAMON COLOMBO
16 SEPTIEMBRE 2017

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