Sacerdote dice industria azucarera local ha sido secuestrada
(Foto: Fuente Externa)
EN BARAHONA, (República Dominicana), 14 Julio, 2017: Excepto en sus inicios, la pasada sequía y en las tormentas Noel y Olga en que los nuevos "dueños" del ingenio Barahona se quejaron por las pérdidas, los ejecutivos del Consorcio Azucarero Central (CAC), siempre han convocado a los medios al término de cada zafra para dar a conocer cómo les fue: !bien!.
Los reportes dados a conocer es que la producción del dulce que amargamente producen los obreros deja muchos beneficios a sus inversionistas.
Pero, los beneficios obtenidos por el CAC no se corresponde con el nivel de miseria y de abandono en que se encuentran los habitantes de la región, sobre todo, los que viven en las comunidades de la zona cañera a quienes acompaña la desesperanza.
Así se pronunció el padre Ronny Ernesto Stephan, coordinador de las escuelas parroquiales de la Diócesis de Barahona, durante una entrevista en el programa Impacto Mañanero que se transmite en Barahona, por la emisora Maravillosa 89.7, de lunes a viernes.
Stephan, cura párroco de la parroquia de Cristo Rey, ubicada en el sector de Savica, afirmó que la industria azucarera local ha sido secuestrada, lo que, a su juicio, ha acentuado la miseria y la desesperanza de toda una región pobre que anteriormente encontraba en el corte de la caña y en la producción de azúcar un “alivio” a su situación.
Afirmó que para lo único que ha servido el traspaso del ingenio Barahona al sector privado, hoy en mano de inversionistas dominicos/guatemaltecos, ha sido solo para profundizar los niveles de miseria y de provocar contaminación ambiental en las comunidades.
“Nosotros tenemos una industria azucarera que es nuestra, pero secuestrada. Analice cuántos están trabajando en esa industria azucarera, pero nadie dice nada. Los mejores puestos de trabajo están en manos de los extranjeros y los de menos calidad para los dominicanos. Así no puede ser”, dijo el sacerdote.
Alianza público/privada
Para conseguir el desarrollo económico local y que este, a su vez, tenga una perspectivas de género, es necesario que las comunidades, sobre todo, que los gobiernos locales motoricen las empresas establecidas en sus respectivos territorios de modo tal que garanticen empleos de calidad a sus habitantes.
El padre Ronny Ernesto Stephan, plantea ante esta situación de precariedad en el empleo en la región, que las autoridades formulen y establezcan alianzas público/privada con los ejecutivos de que las empresas, como el Consorcio Azucarero Central, que garanticen ocupar a la población en edad de trabajar.
“Debemos hacer que un porciento de los jóvenes de las comunidades donde operan vayan a emplearse a la comunidad que no solo traerá beneficios a ellos, sino a la población local de manera directa y de los propios empresarios porque se generará menos delincuencia”, observó.
Se recuerda que tras asumir el poder por primera vez en el período 1996-2000, del expresidente Leonel Fernández, surgió la idea de capitalizar las empresas del Estado, para conseguir rentabilidad, entre los cuales estaba el ingenio Barahona.
Pero, a dos décadas de iniciado ese proceso no se observa mejoría producto de la capitalización, comenzada mediante la Ley General de Reforma de la Empresa Pública 141-97, que incluyó a CORDE, las entonces CDE y Corpohotel, así como el CEA.
Stephan, afirmó que a nadie preguntaron por el proceso de capitalización de sus empresas como el ingenio Barahona y Sal y Yeso, razón por la cual se dan todas estas situaciones.
Contaminación
Según el sacerdote las operaciones del Consorcio Azucarero Central (CAC), además, de que dejan poco a la comunidad, si provocan un impacto muy negativo al medio ambiente.
Puso como ejemplo el caso de las partículas emanadas de las operaciones del proceso de la industrialización de la caña de azúcar para convertirla en azúcar que se esparce por toda la comunidad de Villa Central en donde se encuentra la fábrica del ingenio Barahona.
Afirmó que son frecuentes las denuncias de los ciudadanos en la prensa sobre por esas partículas, que han denominado “cachipa” que lleva desasosiego e intranquilidad a la comunidad, pero que las autoridades competentes no accionan para buscar una solución.
Con información de La Lupa del Sur