UN MOMENTO CON DIOS


El amor que Jesús nos ha tenido es tan grande que siendo Dios se hizo pequeño, del tamaño de un pequeño pedazo de pan, para poder caber en nosotros y convertirnos en un sagrario suyo, y es así como quiso cumplir su promesa de que estaría con nosotros todos los días hasta el final de los tiempos. Nos asegura que todo el que alimente su alma de Él no morirá para siempre.

Hoy es un buen día para agradecer el más grande milagro de amor: La Eucaristía.

Evangelio según San Juan 6:51-58


Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.»
Discutían entre sí los judíos y decían: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día.
Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él.
Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí.
Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre.»

Palabra del Señor

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PADRE RONNY,
IGLESIA "CRISTO REY", BARRIO SAVICA, BARAHONA,
16 JUNIO 2017.-
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