Cancelación de directora hospital Jaime Mota es recibida con alegría por unos y con tristeza por otros
EN BARAHONA, (República Dominicana), 15 Junio, 2017: La doctora Martina Féliz Gómez fue destituida como directora del Hospital Universitario Regional Mota Mota, pocas horas después de que la ministra de Salud Pública, Altagracia Guzmán Marcelino realizara un recorrido por las instalaciones del centro asistencial, ubicado en la avenida Casandra Damirón, a la entrada de esta ciudad.
La cancelación de Féliz Gómez, y la designación en el cargo del médico salubrista Cornelio Rodríguez, ha sido lamentada por amplios sectores que hacen vida en esta provincia y recibida con alegría por otros.
"Martina desempeño una buena labor como directora del Jaime Mota, no obstante los pocos recursos que este centro de salud recibe como subsidio, el cual se atrasa en ocasiones, hasta por dos y tres meses", comentaron comunitarios.
En tanto, que otros, celebraron la cancelación de Martina porque, a su juicio, durante su administración de varios años, el Jaime fue convertido en un total desorden, donde algunos médicos y enfermeras hacían lo que les venía en ganas ante la supuesta mirada indiferente de esta.
Otros sectores estiman que cuando un gobierno quiere salir de un funcionario local por razones diferentes, lo designa como director del Jaime Mota, para que se "achicharra" para siempre ante el pueblo.
A pesar de que el Jaime Mota es uno de los hospitales más modernos del país y del área del Caribe, nunca brinda el servicio de salud que necesita la comunidad, debido a la falta de recursos económicos, equipos y médicos especialistas, lo que motiva que pacientes por cualquier cosa sean trasladados a hospitales de la ciudad capital.
Otro de los problemas que confronta el Jaime Mota es el alto número de "botellas”, muchas de las cuales cobran mejores salarios que los que realmente desempeñan a cabalidad sus funciones, situación de la que la comunidad culpa a la dirigencia local del Partido de la Liberación Dominicana en esta provincia.
POR JUAN FRANCISCO MATOS