¿Es suficiente la caída del zar para calmar a la opinión pública?


La caída de Diandino Peña, como resultado de una investigación periodística que fue presentada a la comunidad nacional nos hace recordar el zarismo ruso, cuyo comienzo fue en 1547 hasta la revolución triunfante de octubre de 1917, liderada por Vladimir Lenin.

“Zar”, era como se denominaba al emperador o gobernante, que en el país adquirió el profesional de la ingeniería, debido a su poderío financiero y poder político muy parecido al de ese sistema político de la entonces Unión Socialistas de Repúblicas Soviéticas de Rusia.

Alicia Ortega, una veterana periodista estadounidense, hija de un cubano y de una colombiana, antes de venir al país, de la mano de su esposo, el dominicano Fernando A. Hasbún, laboró en distintos medios norteamericanos, ha conseguido desnudar “Zar”, al estilo dominicano, Diandino Peña.

Ortega, con una amplia experiencia en investigación periodística, quien ha ejercido el periodismo en EEUU, durante 9 meses tuvo investigándolo y presentó un parto sin problemas, aunque sí para Diandino, cuyo producto final ha sido la razón de su desgracia.

El escándalo en torno al director de la Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (Opret), fue aprovechado por el presidente Danilo Medina para destituirlo del puesto que ocupa desde los primeros gobiernos peledeísta hasta la fecha.

El gobierno y, particularmente el Presidente de la República, encontraron en Diandino Peña una oportunidad para bajar un poco la presión mediática a la que son sometidos por sectores liberales, agrupado en el denominado Movimiento Marcha Verde, así como de la oposición política, muchos de ellos salpicados por la corrupción e impunidad, pero que se infiltran en ese esfuerzo de empoderamiento ciudadano que busca poner fin a ese viejo modelo estructurado del Estado muy arraigado en el poder.  

Afortunadamente para el régimen el escándalo en el que está envuelto el “Zar del Metro” y hombre “fuerte” del oficialismo tiene lugar en un momento en que la administración Medina es acorralada por la presión mediática ante la negativa de la Procuraduría General de la República para revelar los nombres de los que recibieron sobornos de Odebrecht y su posterior sometimiento a la justicia.

Para algunos, el manejo hermético del Procurador,  no es más que una táctica dilatoria de Jean Alain Rodríguez de ganar tiempo para asegurarle impunidad a los implicados en el caso de la multinacional empresa brisileña.

¿Es suficiente la destitución del Zar?

Aunque el régimen contó con la aprobación de sectores importantes, incluidos los verdes y la oposición, de tomar la decisión de destituir a Diandino Peña, sin embargo, esa acción por sí sola su salida del gobierno, no es suficiente, sino que los ciudadanos quieren ver “cabezas” y “sangre” rodar.

Si se toma en cuenta el sondeo realizado por el periódico Listín Diario entre sus lectores que a través de la red social twitter, podemos percibir que la mayoría de los dominicanos favorece que el presidente haya “botado” a Diandino de su gobierno. 

Según el decano de la prensa dominicana, el 76% de sus lectores, (266 usuarios), respondió positivamente a la pregunta de sí “¿Favorecían que el presidente Medina haya destituido a Diandino Peña? Frente a un 24%, (64 de sus seguidores), que dijo no favorecerla.

Pero, la ciudadanía quiere ver una señal más clara, quiere que el presidente coja la sartén por el mango en lo referente a la corrupción e impunidad y que alegan existe en su gobierno instruyendo a la Procuraduría General de la República que, a su vez, debe hacerlo con el (PEPCA), para que inicie un proceso judicial contra Diandino.

El país nacional quiere o tiene el deseo de que el “Zar” sea judicializado, se le formulen cargos y que sea la justicia la que determine su nivel de implicación en los hechos revelados en la investigación periodística que tuvo un proceso de gestación de nueve meses.

Pero, también, debe comenzar a dar señales claras de que tiene el propósito de enfrentar el problema de la corrupción administrativa e impunidad en su gobierno, un problema histórico de la sociedad dominicana, ofreciendo los nombres a la opinión pública de los posibles implicados en los sobornos de Odebrecht y proceder a presentarle cargos llevándolos ante la justicia.

¿Es la cabeza de Leonel la que se quiere?

En el pasado reciente la oposición política no tuvo éxito en su lucha contra el PLD, porque mientras hundía a Leonel, Danilo avanzaba solo sin muchas molestias, logrando el actual mandatario colar la reforma de la Constitución de la República, agenciarse la candidatura presidencial y posteriormente ganar las pasadas elecciones, conseguir dominar el Congreso y los municipios.

Los partidos, fundamentalmente el PRM, siguen manejándose con mucha torpeza, con poco tacto y olfato político, una muestra fehaciente lo fue la descabellada propuesta del principal partido opositor de plantear que en una eventual aprobación de la Ley de Partidos Políticos de la República Dominicana se obligue a los ciudadanos a ejercer su derecho al voto sacando por breve espacio de tiempo el caso Odebrecht del interés de los medios, aunque en honor a la verdad el tema nunca salió, pero sin mucho protagonismo.

Distinto al Movimiento Marcha Verde, que tiene un objetivo estratégico comunicacional bien claro y definido en su lucha contra la corrupción y el cese de la impunidad, sin ceder ni un ápice en su asedio mediático dirigiendo sus ataques no solo a la administración per se, sino que esta incluyen tanto a Danilo Medina como a Leonel Fernández, con lo que mata tres pájaros de un solo tiro.

Evidentemente que por ser Diandino un hombre del entorno del exmandatario, quien colaboró muy de cerca en sus tres gobiernos y el único funcionario de importancia del sector del expresidente, es natural que muchos piensen, lo que no debe de dudarse, que la presunción contra el “Zar” es una manera de afectar los planes del presidente del Partido de gobierno y una manera de castrar su deseo de volver a dirigir nuevamente el país.

La unidad, ahora más que nunca

A pesar de que los verdes no han provocado la erosión por completo del gobierno ni de la figura del presidente de la República, que conserva un nivel de popularidad importante en el seno del pueblo, es menester que el peledeísmo y el oficialismo actúen con inteligencia política frente al interés de sacarlos del poder a como dé lugar, incluso por vías no electorales, como así lo han evidenciado algunos de sus adversarios, quienes han pedido la renuncia del presidente.

Lo que procede es que el gobierno / partido se unifiquen a todos los niveles, en conjunto definan una estrategia comunicacional de defensa de la administración y de la reputación de sus dos principales y activos líderes con que cuenta el PLD: Leonel Fernández y Danilo Medina.

De no ocurrir aquello (unificarse), no solo conseguirán que lo saquen del poder, ni pensarlo que será por las vías no constitucionales, como quisieran muchos, pero sí en las próximas elecciones de 2020, perder el control del Congreso y de los municipios o en última instancia, que el peledeísmo no siga dirigiendo los destinos nacionales o que le haga muy difícil retenerlo.

Benny Rodríguez M. , Periodista,
14 Mayo, 2017.-
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