Bahía de las Águilas
Aunque mucha gente esté en desacuerdo, cualquier tipo de infraestructura en los alrededores de la playa Bahía de las Águilas, para mí “Bahía de los Guaraguaos”, causaría enormes daños al ecosistema, incluyendo la fauna terrestre y acuática. Claro existen alternativas, que reducen el impacto, pero todas son invasivas y por lo tanto son nocivas. En cambio debemos protegerla, incluso del turismo interno.
El suroeste tiene muchísimo potencial turístico. Lo que sucede es que debe hacerse con estudios profundos que arrojen resultados que ayuden a mitigar o a desarrollar iniciativas favorables para el ecosistema y la población; y no al bolsillo de un puñado que se aprovecha de los recursos y las necedades del pueblo. Todo el que conoce a Bahía de las Águilas sabe que es hermosísima, pero asa hermosura también es sensitiva. Esa zona no debe ser explotada infraestructuralmente, y voy un poco más lejos, la cementera que está en esos alrededores debe salir de ahí.
Bahía de las águilas tiene otras ventajas naturales con relación a las playas del este, y norte ya que estas están perdiendo su esencia, debido la contaminación y al ultraje; de hecho una gran cantidad de mariscos sureños suplen el consumo de los hoteles del este debido a su gran calidad y bajo costo, esa calidad se debe a la baja contaminación de las aguas de la región sur. En cuanto al ultraje, las playas del este son públicas, pero los hoteleros prohíben el paso a quienes no se hospedan en sus hoteles, lo que es equivalente a privado o a violación de la ley pública, pero el estado se hace de la vista gorda. Además, las playas del suroeste están localizadas en aéreas vírgenes que deben ser protegidas antes de que sea muy tarde. Pues debemos aprender de nuestros errores.
No me opongo al desarrollo consciente. La carretera norte sur o la carretera internacional, la presa de Monte Grande y otras obras se pueden construir bajo otras condiciones ambientales que sean satisfactorias, pero las autoridades se hacen los chivos locos y todo lo hacen, como decimos, “a lo loco”. Bahía de las águilas es un caso muy diferente; la zona árida a unos cuantos metros de la playa está en peligro. La biodiversidad en los humedales, también a unos cuantos metros de la playa, está desapareciendo. Imagínense a ese hermoso lugar nublado de infraestructuras; en dos o tres años no quedarán ni los dos o tres pelícanos que aun habitan ahí y ni las iguanas que han reusado morir resistirían seguir viviendo, solo por mencionar dos especies populares.
Una de las alternativas menos dañina es construir infraestructuras alejadas de esa zona y trasportar a los turistas hacia un punto estratégico, como se hace ahora y desde ahí, utilizar botes para llegar a la playa. Es un modo de transportación agradable y panorámica. También se podría construir un tramo que no dañe la ecología del área para que el turista pueda entrar o salir de la zona, siempre protegiendo el área. Por ejemplo, yo mismo no tengo ningún inconveniente hospedándome en un hotel fuera de la zona y transportarme a la playa.
Por Luis Terrero Melo,
06 Mayo, 2017.-