Autocrítica implacable


Junior Encarnación: “Los dominicanos somos corruptos culturales: Nos saltamos las filas, no cedemos el paso, somos bullosos y violentos. Muchos “saben” dónde comienzan sus derechos, pero no dónde terminan. Pensamos más en el bienestar particular que en el común. Somos un pueblo con una educación escasa y cuestionable; un pueblo donde se fomenta la pobreza (de ahí los politicuchos que nos gastamos). Hay muchos corruptos pasivos, por desidia y por complicidad. El tiempo se nos está agotando; debemos trabajar en las nuevas generaciones para lograr la sociedad que soñamos: más transparente, más justa, más equitativa y más abierta”.
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