OPINIÓN: Yo sigo apostando a mi país.
Cuando Cristóbal Colón posó sus pies en esta isla y le puso por nombre Hispaniola, lo hizo, no solo por haber encontrado tierra firme después de meses de navegación, sino también por lo maravillosa de nuestra tierra.
Es célebre la frase dicha por uno de los españoles de aquellos tiempos, de que “esta es la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto” al referirse a la belleza natural que tenía ante sus ojos, en esta isla maravillosa que nuestros antepasados nombraron Quisqueya.
Es célebre la frase dicha por uno de los españoles de aquellos tiempos, de que “esta es la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto” al referirse a la belleza natural que tenía ante sus ojos, en esta isla maravillosa que nuestros antepasados nombraron Quisqueya.
La República Dominicana de hoy, sigue siendo uno de los lugares más hermosos del mundo, caracterizado por playas extraordinarias, exuberantes bosques tropicales, ríos de agua cristalina y, sobre todo, por una población de gente buena y solidaria.
Yo nunca olvidaré que mientras participaba de una caravana del Dr. Leonel Fernández, en la carretera entre Moca y San Francisco de Macorís, justo frente a la casa de una familia que no simpatizaba con el PLD, se me dañó mi vehículo.
Los residentes en la casa, que estaban indiferentes al paso de la inmensa caravana, al ver que se terminaron los vehículos que participaban en la misma y que yo me había quedado varado frente a su residencia, de inmediato se acercaron a mí, me ofrecieron ayuda, intentaron resolver la situación de mi vehículo y me trataron como si yo fuera de la casa, hasta el punto de que me brindaron comida y hasta me pusieron a guayar el concón, en su cocina techada de yaguas.
En ese momento, para ellos, yo no era un contrario político, sino un dominicano que necesitaba ayuda y pusieron de manifiesto el sentir que todos llevamos por dentro de que, a pesar de las diferencias e intereses políticos, nosotros somos una gran familia.
Les digo esto, porque algunos de ustedes, me han escuchado decir que nuestro país es un paraíso y, para reprocharme la expresión, solo lo han tomado desde el punto de vista de las cosas malas por las que pudiéramos estar pasando, como por ejemplo, los apagones, los tapones y la delincuencia, por citarles solo tres cosas por las que me han atacado, hasta mis compañeros de cabina, sí, en el programa, Tu Derecho a Saber, del que participo de lunes a viernes por Rumba 98.5.
Ok mi gente, es cierto, tenemos problemas que todavía no han podido ser solucionados a cabalidad pero, que se les están buscando soluciones y que poco a poco se han ido disminuyendo.
Que tenemos apagones?. Claro que sí. La luz se sigue yendo en muchos lugares, pero hay otros donde ya casi nunca se va pues se les ha establecido el sistema de 24 horas y esto se ha hecho sin importar de qué partido sean los residentes del sector y, para nadie es un secreto que desde el Gobierno existe una verdadera preocupación por llegar a erradicar la falta de energía que todavía nos afecta.
Sí, es cierto, tenemos unos insoportables tapones que a veces nos desesperan y nos hacen cometer imprudencias al conducir, que magnifican los mismos, sobre todo cuando queremos adelantarnos por encima de los demás y, en el caso de los túneles y elevados, usamos los carriles de fuera para ponernos al frente de la fila y querer subir o bajar de primero, lo cual, lógicamente, entapona más el lugar.
Eso sucede todos los días pero, también todos somos testigos de que nuestras autoridades del transporte, al menos, se preocupan del tema y tratan de buscar soluciones, aunque sean pasajeras, como es el caso de los conos que coloca la AMET.
Y, hablando de túneles, elevados, le agrego el Metro de Santo Domingo y les pregunto, ustedes se imaginan que sería del Gran Santo Domingo si no se hubiesen construido los mismos?.
No es acaso un símbolo de progreso el hecho de que nuestra gran ciudad esté llena de esos túneles y elevados y, hasta que seamos el ejemplo a seguir por otros países que quisieran también tener un metro como el nuestro?.
Que la delincuencia nos afecta?. Sí, todos estamos preocupados porque no nos sentimos seguros y tenemos el temor de ser atracados. Eso nadie lo puede negar.
Sin embargo, yo que todos los días encamino, o como decimos nosotros, “le doy una bola” a un vecino de nacionalidad venezolana, veo como se me ríe en la cara cuando escucha hablar de delincuencia y él nos compara con su país Venezuela, lugar donde los delincuentes llevan decenas de años convirtiendo sus ciudades en lugares tenebrosos.
Miren, yo recuerdo que hace unos 20 años fui a Caracas, Venezuela y, cuando iba a salir del hotel y me vieron que llevaba reloj y anillo puesto, me hicieron dejarlos en la recepción para evitar que me atracaran.
Bajo ninguna circunstancia yo quiero justificar lo malo que pasa en nuestra tierra, pero, nosotros seguimos siendo un lugar sumamente seguro, cuando nos comparamos con paises como México, El Salvador, Guatemala, Brazil, Venezuela y algunas ciudades de Estados Unidos, por solo citar unos casos.
Aquí entra también el interés que han puesto los organismos de seguridad del Estado en tratar de buscarle una salida a la situación a través del Plan de Seguridad Ciudadana, el cual, si bien es cierto que le faltan muchas aristas por encadenar, no menos cierto es, que se constituye en una fórmula que busca encontrar la dosis adecuada para solucionar el problema o, al menos, disminuirlo.
En definitiva, yo seguiré positivo, con la frente en alto, apoyando las cosas buenas de este Gobierno y criticando las que considere que podrían ser mejores.
En esta oportunidad, es a Danilo Medina y su Gabinete, a quien tenemos que aplaudir o abuchear porque es el Gobierno de turno.
En el mañana, cuando otros nos gobiernen, yo haré lo mismo, apoyaré sus buenas acciones y trataré de ayudar a que se mejoren las que la población considere que podrían ser diferentes, pero, por el momento, me siento orgulloso de haber puesto mi granito de arena para llevar al Palacio Nacional a sus inquilinos actuales y sigo apostando a mi país.
Por. Lic. César Fragoso