El deterioro de la oposición fortalece y debilita el PLD.
Usted se preguntará como es eso de que al deteriorarse la oposición el PLD se fortalece y, al mismo tiempo se debilita, y yo, le voy a explicar las razones que tengo para hacer esa aseveración.
Si analizamos la situación actual de los partidos políticos que componen las fuerzas que adversan el Partido de la Liberación Dominicana, nos encontraremos con una decadencia total de los mismos, los cuales, con raras excepciones, salieron debilitados de las elecciones del 15 de mayo del 2016.
Asimismo, lo sucedido a lo interno de algunas organizaciones políticas después de la contienda electoral, las ha disminuido aún más y tenemos casos en los que se vislumbra una posible división en sus filas lo cual, lógicamente, aminora su papel de enfrentar el partido de Gobierno.
Los dos ejemplos más significativos de esto lo representan el Partido Revolucionario Moderno y el Partido Reformista Social Cristiano.
En lo referente al PRM la situación se ha puesto color de hormiga por las manifiestas intenciones del Ing. Hipólito Mejía de presentarse como su candidato presidencial en las elecciones del 2020 lo cual no ha sido bien recibido por el sector que encabeza el Lic. Luis Abinader.
Mejía ha dejado claro que quiere volver a ser candidato presidencial y, por el momento, en el partido en que podría estar representado es en el Partido Revolucionario Moderno.
Esta situación ha traído como consecuencia un distanciamiento entre los dos líderes de esa organización que los ha llevado al extremo de hacer cada quien las cosas por su lado y, más que apoyarse mutuamente para fortalecer su partido, lo que están es interesados en encontrar los puntos débiles que uno u otro pudiera tener para disminuir sus posibilidades a lo interno y, lógicamente, esta fricción se refleja a lo externo de la franquicia la cual luce cada vez más debilitada.
En la actualidad existe una gran rivalidad entre Mejía y Abinader pues ambos se consideran, en primer lugar el Líder del PRM y, en segundo lugar, quieren jugar el mismo papel de constituirse en el Líder de la oposición.
Esto los ha llevado a hacer presentaciones por la televisión y a realizar ruedas de prensa en la cual se ignoran totalmente, ni siquiera se mencionan y, solo asisten los seguidores directos, del grupo que ejecute la acción.
Son tan fuertes las diferencias que han surgido entre los dos, que hay analistas políticos que desde ya se aventuran a considerar la posibilidad de una latente división del PRM pues, se comenta, que esta vez ninguno de los dos va a ceder ante el otro y, esto, como es esperarse, traería como resultado el surgimiento de otro partido que llevaría al perdedor a participar como candidato presidencial en las elecciones de mayo del 2020.
Ya se han dado hasta los nombres que podrían tener las organizaciones que saldrían de la casi segura división del Partido Revolucionario Moderno.
En caso de perder Hipólito, se dice que formaría el Partido Pepeachista Revolucionario o PPR y, si sucede lo contrario y es Abinader el perdedor en la contienda interna, desde ya se están realizando las gestiones para la conformación del Partido País Posible o PP, que lo presentaría como su candidato a la Presidencia de la República Dominicana.
Del Partido País Posible o PP, se afirma que tratarán de usar las firmas colectadas a través del libro verde, para lograr su legalización y, hay quienes dicen que se han conformado grupos de personas que están a la espera de que eso suceda para demandar a los organizadores del llamado Movimiento Verde, por usar sus firmas para un concepto completamente diferente al que los llevó a firmar dicho libro.
Como vemos, los líderes del PRM, que debería ser el principal partido de oposición, están más interesados en definir quién se queda con el partido que en hacerle oposición al Gobierno que preside el Lic. Danilo Medina.
Algo parecido está pasando con el PRSC.
Los reformistas están en el proceso de sacar de la presidencia de la franquicia al Ing. Federico Antún, mejor conocido como Quique.
Un importante grupo de dirigentes encabezado por el Diputado Ito Bisonó y el Senador José Hazín, se han convertido en los principales contendientes del actual Presidente reformista y cuentan con la mayoría de los delegados de la Asamblea que, al celebrarse, sacará de la Dirección al Ing. Antún.
En este momento se puede asegurar que los pocos miembros que aún quedan dentro de la organización creada por el Dr. Joaquín Balaguer, también están más preocupados por arreglar sus asuntos de división interna y definir quienes se quedarán con el partido, que enfrentarse al Gobierno peledeísta.
De los demás partidos minoritarios que restan en el conglomerado político nacional es poco lo que hay que hablar, ya que, tanto los que fueron aliados al PRM como los que se presentaron con candidaturas propias en contra del oficialismo, en primer lugar, ni si quiera todos juntos son una fuerza a tomar en cuenta y, en segundo lugar, aunque en este momento se han querido arropar en la sombra del Movimiento Verde y han tratado de formar un Bloque Opositor, la realidad es que cada quien anda por su lado y buscando la manera de aprovecharse de los demás.
Una de las razones por las cuales esto sucede, se debe al hecho de que los partidos pequeños son considerados como un negocio familiar, donde sencillamente se persiguen los intereses de sus creadores.
Este deterioro generalizado que tiene lo que debería ser la oposición, fortalece considerablemente al PLD, el cual se consolida como el partido más grande y organizado del país y, a pesar de que en el 2020 cumplirá 20 años consecutivos en el poder, tiene todas las posibilidades de volver a ganar si logra mantener su armonía interna.
Sin embargo, esa misma desintegración de la oposición externa, se convierte en una debilidad para el PLD ya que, los peledeístas, al no tener oponentes fuera del partido, los están creando a lo interno y esto ha comenzado a desarrollar problemas dentro de la franquicia que han salido a la luz pública y, es de conocimiento generalizado, la rivalidad que existe entre los seguidores el Ex Presidente de la República y actual Presidente del PLD, el Dr. Leonel Fernández y los seguidores del gobernante dominicano, el Lic. Danilo Medina.
Las controversias surgidas en los dos grupos del peledeísmo son tan fuertes, que, aunque su Comité Político ha buscado la manera de disimularlo, hay miembros del partido morado que podrían estar considerando la posibilidad de presentar la candidatura presidencial del Dr, Leonel Fernández por una organización diferente al PLD, en caso de que el Lic. Danilo Medina decida reelegirse en el 2020 o, por la fuerza que tiene a nivel de la dirigencia del partido, evite que Fernández gane unas primarias para escogerlo como su próximo candidato presidencial.
Como se ve, esta situación de no tener oposición que tenga posibilidades de ganarle unas elecciones, ha permitido la creación de grupos de poder que luchan por el control del PLD y así definir quién será su próximo candidato presidencial y casi seguro Presidente del país en el período 2020-2024.
Esta condición que puede llegar al extremo de un desacuerdo que también podría ocasionar una división del peledeísmo, traería como consecuencia un debilitamiento de ese partido el cual, a pesar de que quedaría siendo el más poderoso del país, si se divide y llega a enfrentarse a la posible candidatura del Dr. Leonel Fernández en otra franquicia política, se le dificultaría ganar en una primera vuelta y tendría muchas posibilidades de perder en una segunda vuelta electoral.
Todo lo antes dicho me permite asegurar que el deterioro de la oposición fortalece y debilita el PLD.
Por Lic. César Fragoso,
31 MARZO, 2017.