El Bicentenario de Francisco del Rosario Sánchez
Las fatalidades -indeseadas y malvadas- son parte indeleble de la historia dominicana. De manera particular, los gestores de nuestra emancipación política fueron víctimas de crueles agresiones, a pesar de su sacrificio para legarnos una patria libre y soberana de todo dominio extranjero.
La entrega de los trinitarios fue paradigmática, pero La historia del dolor es la historia de este colectivo de fundadores de nuestra nacionalidad, quienes tuvieron que penar las más inverosímiles humillaciones, destierros, persecuciones, encarcelamientos, traiciones, fusilamientos, y lo peor, falaces denuestos morales para pretender agujerear su estirpe procera.
Ni un solo de los jóvenes febreristas escapó de la cruel campaña de dicterios de Pedro Santana y los hateros isleños. Alumbrada la República, rápidamente Duarte, Sánchez y Mella fueron marginados y condenados a castigos apremiantes. Es el caso del prócer Francisco Sánchez del Rosario, de quien conmemoramos este 9 de marzo del bicentenario de su natalicio y que el 4 de julio del 1861 se produjo su infeliz martirologio en tierras sanjuaneras.
San Juan de la Maguana fue escenario del fusilamiento del prócer Sánchezio, el mulato Padre Fundador, dueño de una inteligencia genial, de un pragmatismo político y un nacionalismo de acero. Su injusto castigo aún martilla la conciencia nacional y marca un peldaño ominoso y oscuro de nuestra construcción histórica.
Rubén Moreta
El autor es Profesor UASD,
19 MARZO, 2017.-