La rebelión de los chimpancés: el extraño caso de la manada que asesinó a su líder por tirano
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FEBRERO 01, 2017: Los científicos estudian el comportamiento de los animales ante el intento de tomar el poder por la fuerza por parte de uno de los machos
Foudouko era un chimpancé de Senegal que quiso dar un golpe de Estado para volver a ser el jefe de su tribu, pero no contó con que su manada se rebelaría contra su totalitarismo y que terminaría golpeado con piedras y palos, pisoteado y luego canibalizado por su propia comunidad.
De acuerdo con el sitio Gizmodo, el extraño caso fue registrado gracias a un grupo de científicos que estaba estudiando al grupo de Foudouko desde el 2001.
El episodio llamó la atención de los científicos, ya que aunque los chimpancés pueden atacar e incluso matar a miembros de otros grupos rivales, la violencia contra miembros de su propia tribu es extremadamente rara, y aún más extraño es que el ataque ocurra de forma coordinada.
Asenso y caída de un líder
Durante años, Foudouko fue el macho alfa de su grupo y, de acuerdo con uno de los científicos que estudiaron su comportamiento, era "un tanto tirano". Su liderazgo se apoyaba en un segundo macho beta llamado Mamadou. En 2007, Mamadou resultó herido y quedó apartado del grupo. Cuando volvió, lo hizo muy debilitado. Pese a eso, Foudouko lo restituyó en el cargo de segundo en el mando, lo que provocó la ira del resto de la tribu, que no aceptaba el liderazgo débil.
El fatal final de Foudouko
Entonces, la manada sometió a Foudouko a una especie de ostracismo, hasta que quedó relegado a la periferia del grupo. Este comportamiento de "expulsión" ya es peculiar en manadas de chimpancés adultos.
Debido a que la manada vive en una zona particularmente aislada, la única oportunidad de reproducirse para Foudouko era volver y reclamar el puesto de macho alfa. Cuando regresó, no obstante, encontró que su papel lo estaba desempeñando David, un tercer macho del grupo.
Cuando Foudouko intentó expulsar a David, la tribu se rebeló y lo atacó violentamente con palos y piedras hasta asesinarlo. Curiosamente, ni David ni Mamadou participaron en el crimen. La ejecución fue especialmente cruenta: los chimpancés se ensañaron con el cadáver y lo canibalizaron parcialmente.
Los especialistas creen que el factor que más contribuyó al crimen fue el escaso número de hembras de la manada. Las hembras de chimpancé son más apreciadas como mascota, por lo que los furtivos a menudo las prefieren por encima de los machos. Eso dejó al grupo de Foudouko con más tensiones de las habituales.
Con todo, el desencadenante de este episodio de violencia fue el intento de Foudouko de retomar el poder por la fuerza. Los biólogos creen que si el macho alfa hubiera aceptado una posición más humilde dentro del grupo no hubiera terminado tan mal.
/Infobae.com/.