Inundaciones: el efecto provocado a suelos agrícolas
EN SANTO DOMINGO, 12 Diciembre, 2016: Las inundaciones en los predios agrícolas suelen producir un efecto pocas veces tomado en cuenta cuando se analiza el tema. Tiene que ver con el suelo y la capa vegetal.
Generalmente, las informaciones ofrecidas cuando hay riadas giran en torno a las tareas afectadas y las plantaciones derribadas. Pero esas inundaciones pueden dar paso a condiciones tanto favorables al suelo agrícola como desfavorables.
Hay casos, por ejemplo, en el que el suelo cultivable está al pie de una montaña y ocurre que se desborda una cañada de esa montaña y erosiona el suelo rico en nutrientes, que es el suelo orgánico, gris.
El geólogo Osiris de León, consultado por elCaribe sobre el particular, explica que mientras más oscuro es el suelo, mayor cantidad de materia orgánica posee. Y agrega que hay lugares donde el río erosiona y el material erosionado en un lugar lo deposita en otro lugar como sedimento. “Por eso, hay una mecánica en el tema de las inundaciones, que es: erosión, transporte y sedimentación”, plantea.
De manera llana, lo que quiere decir De León es que lo que hace el agua es algo así como que si una persona está en Santo Domingo y se traslada a Santiago, finalmente está ubicado en Santiago y no en Santo Domingo. Cuando hay inundaciones violentas, como las de semanas recientes, el agua toma suelo de un sitio, se lo lleva en suspensión y cuando el agua pierde la fuerza lo deposita (el suelo que lleva).
Hay zonas que se benefician de las crecidas de los ríos, pero hay zonas que se perjudican de las crecidas de los ríos, dice el geólogo De Léon. Eso que plantea significa que se puede tener una finca agrícola buena, pero si el río crece y erosiona todo, la finca puede perderse o dejar de ser una buena finca. Pero puede darse también que el río traiga una carga de sedimento orgánico que le aporta mejores condiciones a la finca. En ese caso, el propietario del terreno “sale ganando”, aunque no se lo haya propuesto.
El proceso de sedimentación puede darse, por ejemplo, en lugares donde a pesar de producirse inundaciones el agua se mantiene tranquila y sin correntías. Para que el río produzca erosión necesita llevar una corriente, porque en la medida que el río duplica la velocidad, su fuerza se eleva al cuadrado y si triplica la velocidad su fuerza se eleva al cubo, plantea Osiris de León.
Cuando la inundación es lateral (no frontal), es decir, cuando el río entró por el lado porque se desbordó lo que hace es que inunda pero no erosiona. Eso ocurrió hace varios días en zonas del noroeste y de otros puntos del país donde hay plantaciones agrícolas.
En territorios como la zona bananera de Mao y Montecristi, en los lugares donde hubo inundación, pero no hubo corriente, quedará entonces una capa nueva de sedimento por encima del suelo anterior. En ese caso, no hay erosión del suelo en la plantación de banano. La arcilla que es inorgánica es de color amarillo, la que es orgánica es de color gris oscuro a negro. En ese caso, en el suelo hay nitrógeno, potasio, fósforo, sodio, calcio y magnesio favorables a los predios.
El presidente ejecutivo de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), Osmar Benítez, al abordar la cuestión expresa que “cuando el río entra de manera violenta hay una fuerte erosión del suelo. Rememora el caso de cuando el río Camú entró y afectó el 60% de la plantación de vegetales chinos en una comunidad de La Vega. “Hay zonas que fui a ver donde el río no solo se llevó los cultivos, sino también toda la capa vegetal del suelo y quedó apenas un pedregal. Eso es así”, indicó Benítez.
El elemento agregado del ataque de sigatoka negra
Osmar Benítez resaltó que hay otros lugares, por ejemplo, en la Línea Noroeste, donde el agua entra y va inundando suavemente sin violencia… se reduce la capa vegetal pero no de manera significativa. El directivo de la JAD aprovecha la conversación con este periódico para resaltar que las inundaciones crean también las condiciones para que las plantaciones de musáceas (banano, plátano y otros de esa familia) sean atacados de forma masiva por al sigatoka negra. “De ahí lo importante de enfrentar eso”, dice.
Estimaron daños a unas 12 mil tareas en “la línea”
En la Línea Noroeste, en la historia reciente no se había visto una situación como la de días atrás, en materia de daños a la producción bananera. La Asociación de Exportadores de Banano de Montecristi, (Asexbam), que está ubicada en Palo Verde, calculó la semana pasada que había 112,000 tareas afectadas o quizás más. Los daños a la producción bananera de las provincias Montecristi y Valverde se estiman, preliminarmente, en unos 3,000 millones de pesos, de acuerdo con datos ofrecidos en esas zonas del país.
Martín Polanco
/El Caribe/.