OPINION: FIDEL UN AMIGO DEL PUEBLO DOMINICANO
Fidel Castro y quienes que con él hicieron posible su revolución, agradecen infinitamente al pueblo dominicano por los inmensos aportes hechos por Máximo Gómez a la lucha por la independencia del pueblo cubano. Máximo Gómez junto a José Martí y Antonio Maceo constituyen las más cimeras figuras del patriotismo, la dignidad y la lucha por la soberanía e independencia de Cuba.
Pienso que de parte de los/as dominicanos que aun creemos en la posibilidad de una Latinoamérica regida por esos valores, tenemos que agradecerle al pueblo cubano el que cientos de cubanos, entre ellos uno de sus hijos más universales, preclaros y aguerridos, estuvieran en los entrenamientos de Cayo Confites en 1947 preparándose para darle curso a una acción armada en República Dominicana que buscaba echar abajo el cruel régimen de Rafael Trujillo. Ese cubano tan universal como José Martí, con tan solo 21 años de edad, respondía al nombre Fidel Castro.
Pienso que de parte de los/as dominicanos que aun creemos en la posibilidad de una Latinoamérica regida por esos valores, tenemos que agradecerle al pueblo cubano el que cientos de cubanos, entre ellos uno de sus hijos más universales, preclaros y aguerridos, estuvieran en los entrenamientos de Cayo Confites en 1947 preparándose para darle curso a una acción armada en República Dominicana que buscaba echar abajo el cruel régimen de Rafael Trujillo. Ese cubano tan universal como José Martí, con tan solo 21 años de edad, respondía al nombre Fidel Castro.
Recordemos que la más importante acción política-militar escenificada contra Trujillo, fue la repatriación armada del 14 y 19 de junio del 1959 y esa histórica acción solo fue posible por el apoyo irrestricto del gobierno revolucionario cubano, gobierno que bajo el liderazgo de Fidel se había instalado, después del derrumbe de Fulgencio Batista, el 1ero de enero del 1959.
La repatriación armada del ’59 que envolvió a dominicanos, cubanos, puertorriqueños, venezolanos, españoles y estadounidenses se produjo a sólo 5 meses y medio del triunfo de la Revolución cubana, lo cual expresó el indiscutible compromiso de su dirección con la lucha del pueblo dominicano por la libertad, la democracia y el bienestar general.
Durante la segunda invasión del pasado siglo XX del gobierno de los Estados Unidos a República Dominicana, ocurrida el 28 de abril de 1965, el primer pueblo y gobierno que expreso su condena a tan alevosa acción fue el cubano y su presidente, Fidel Castro, lamentó tener esa condición, porque entendía que su lugar, para entonces, era Ciudad Nueva y desde ahí defender, junto a nuestro pueblo, nuestra soberanía, independencia e integridad territorial.
En el trágico y heroico tramo posterior a la Revolución de Abril cuando nos batíamos a pecho abierto por la libertad y la democracia, múltiples fueron las muestras de solidaridad que de la patria de Martí recibimos. En esos años de predominio de regímenes de fuerzas civiles y militares en Latinoamérica y el Caribe, el proceso de cambio que tomaba curso en Cuba era una fuente de inspiración y esperanza para la juventud de entonces y los pueblos en su afán por convertir en realidad los sueños e ideales de los forjadores históricos de las naciones de nuestra América Morena.
Más allá de adscripciones ideológicas y doctrinales, en la figura de Fidel Castro el pueblo dominicano encontró un amigo franco y solidario.
Con su muerte, parte a la eternidad el más importante líder del Continente y quizás del mundo de los últimos 50 años del pasado siglo XX.
Solidaridad a sus descendientes y a su pueblo.
Paz a sus restos.
Por Luis Mayobanex Rodríguez,
27 NOVIEMBRE, 2016.