¡La era de los contra embalses ha llegado!...


Los graves acontecimientos ocurridos en el norte del país, en los últimos 22 días, sobre todo, en los de la `próxima pasada semana, cuando por efecto de lluvias y mayormente ahora, por las aguas de desfogue de las presas de Hatillo y Tavera han agravado enormemente la economía y tranquilidad de los dominicanos.

Similar o aun peor pudo y puede pasar con nuestro Rio Yaque del Sur, hermano en nacimiento del Yaque del Norte, cuyos recorridos son disimiles, pero largos, el nuestro, con cuenca cuya longitud natural se extiende por 161 largos kilómetros y cuenca de más de 5,500 kilómetros cuadrados, naciendo a unos 2,707 metros por encima del nivel medio del mar, algunos lo establecen en 3000 m, y el Yaque del Norte, con cuenca de 7,053 kilómetros cuadrados, la mayor de todos los del país, que nace a unos 2,580 metros por encima del nivel medio del mar, en Loma la Rusilla, ya que la diferencia es que el destino no nos colocó debajo de esas inmensas y al parecer interminables lluvias.

Las inmensas escorrentías que nos pudiera proporcionar el conjunto de afluentes que nos visitan al través de la cuenca del Yaque del Sur, son enormes, y por los niveles de las precipitaciones de esto momentos, vistas en todo el Cibao, no registradas en memoria humana alguna, pero tampoco su persistencia y recurrencia, pueden llegar a volúmenes picos los grandes caudales que empezando inicialmente su recorrido norte-sur, colocados en el recodo que constituyen los tres puntos siguientes: puente Tamayo-Vicente Noble, curva con la carretera Tamayo-Uvilla y el muro o tropezón situado a 15 metros por encima del nivel medio del mar, que es el comienzo del caño Trujillo, para desde los Menas, arriba y abajo, tomar el recorrido del sol, rumbo a la hoya del lago Enriquillo, con amenazas de arrasar con mayor intensidad que las anteriores vistas por el hombre de hoy, con los que al encontrar un lago con 19.54 metros de altura extra a los que poseía al 11-12-2007, cuando las tormentas Noel y Olga, pudiera tomar cifras records de crecimiento, capaces de sufrir despoblaciones de dimensiones como las de Osorio.

Las presas de nuestro país no están contempladas para ser amortiguadores de inundaciones, dice el ingeniero y experto en la materia, Marcelo Jorge, nosotros agregamos que de sequias si, por tanto, su existencia en lo que se

refiere a las mencionadas anteriormente, en vez de mitigar los efectos de las inundaciones, lo ha agravado, no poseer contra embalse con los que al administrar sus niveles, resistan gradualmente los efectos en contingencias de altas escorrentías, como en la actualidad; estos contra embalses pudieran servir incluso, para el manejo de los grandes niveles de sedimento que van a las cuencas de los ríos, las cuales también deben ser objetos de programas de explotación y extracción reguladas para asegurar el tránsito de las aguas por sus cauces.

Igual sucede con la presa de Sabana Yegua, cuyo contra embalse lo sería la presa de Monte Grande, la cual, con su consecuente sistema de derivación de inundaciones al mar por Canoa sería como “una misa de salud” para todos estos pueblos y el país. Son inversiones que no se pueden postergar, ¡por el amor a Dios!...

POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA

26 NOVIEMBRE, 2016:
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