De la CEPAL al campo nuestro…


La comisión Económica para América Latina y el Caribe emite resultados de estudios que a nuestro ver confronta cifras y contrasta con la panorámica nuestra, se trata, en primer plano, la versión de que mientras en el año 2012 la pobreza constituyó un 41.2% (representa unos cuatro millones y medio de habitantes si asumimos 11 millones como total) en el año 2013 fue de 40.7%, experimentamos una reducción de 0.5%, en tanto, la indigencia, que debe ser de lo peor como condición humana, pasó de 20% (representa 2 millones doscientos mil habitantes en la indigencia, si asumimos lo mismo) del año 2012 al 20.2% en el año 2013; recuerdan, que para el año 2006, la pobreza llegaba al 47.5% y la indigencia el 24.6%.

Se puede notar, que tanto la pobreza como la indigencia son más altas en nuestro país que el promedio en la región, en esta, la pobreza constituye el 28.1% de la población, mientras que la indigencia o pobreza extrema es de 11.7%; como se puede ver, para el 2013 superamos el promedio regional con un 12.6% de pobreza y la indigencia o pobreza extrema la superamos con un 8.5%; para l año 2014, la CEPAL no previó ningún cambio estadístico significativo, en función del producto por habitante, era proyectado similar ò a lo mejor, menor, y además no se vislumbraban cambios en los empleos ni en la inflación, los días transcurridos no creemos que hayan quitado razón, independientemente de que esos parámetros lucen bajos al hacer una panorámica de la vida real, es decir en lo que vemos los ciudadanos en tiempo real.

La extrema pobreza, en términos regionales, pasó del 11.3% en 2012 al 11.7% en el 2013, suponiendo un incremento en la región de tres millones, para alcanzar un total de 69 millones de habitantes en la región; las proyecciones para el 2014 daban una subida hasta el 12% de indigencia, lo que significaba que de los 167 millones de pobres en la región, 71 millones engrosan las filas de la pobreza extrema, cuando hablamos de la región, nos referimos entre otros, a países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, el Salvador, Colombia, Perú, Uruguay, Panamá y otros más, en los que lideramos en cifras de pobreza e indigencia, juntos a Paraguay y el Salvador.

Visto este panorama, comparamos con la realidad de una región, la Enriquillo, antesala en dos de sus provincias del tráfico abundante oeste-este de la más abyecta pobreza, región con un estimado de 400 mil habitantes, más los que pasan o se acumulan en el tropel inmigracional, región que posee paradójicamente una o más tareas de cultivo de café diezmado en su productividad por las enfermedades y plagas (falta de inversión) por habitante en su orografía, región carente de canales, carreteras y caminos vecinales, depredaciones forestales y abusos de los recursos naturales, vista una pobreza tal que ni en hospitales ni mucho menos en la garantía o consecución del empleo, aunque sea temporal-agrícola , que no tiene soporte y clama por mejor suerte.

El combate a la pobreza y a la indigencia clama por mejores y efectivas políticas que lleven inversiones económicas; lo es la construcción de la presa de monte grande con sus adicionales, como lo es el sistema de derivación de aguas al mar Caribe, evitando inundaciones, inundaciones capaces de llevar de un momento a otro a ciudadanos desde estadios sociales acomodados o no, a una agria pobreza; el combate a la pobreza o indigencia manda a un el cambio de políticas dispendiosas como lo es la quema de cañas y desperdicios de ellas, lo es el aprovechamiento en nuestra ganadería de sub-productos de la elaboración de azúcar, como melaza y cachaza, lo es la “terminación” del canal Lateral Neiba, lo es la adecuación de las dimensiones de la Trifurcación, que constituyen la espina dorsal de la economía de Neiba (centro lógico de nuestra sub-región; el combate a la pobreza lo es el apoyo sostenido y efectivo en la producción de uvas y sus derivaciones como valores agregados; el combate a la indigencia lo es el apoyo sincero y efectivo a hombre del campo, lo seria en grado importantísimo el cumplimiento de la promesa hecha hacen dos años por el presidente nuestro al agricultor Julio lama al solicitarle la confección de ocho pozos tubulares para la agricultura de Neiba ciudad cimentada sobre una verdadera presa de aguas subterráneas; el combate a la pobreza lo es finalmente entre otras razones más la justa distribución de aguas, pero también el cumplimiento sagrado a la protección del bosque y los recursos naturales….En fin, ¡son de los factores generadores de pobreza!...

POR JOSÉ ANTONIO MATOS PEÑA,

18 SEPTIEMBRE, 2016:

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