OPINION: Conocimientos de medicina para el sur dominicano…


Desde hacen algunos años hemos estado oyendo y acompañando a un grupo de amigos de la región Enriquillo en un sueño, aparentemente quimérico, por la fundación de una escuela de medicina, cuya cimentación recae en el centro lógico constituido por Barahona y la sede de la universidad estatal, la primada de América, centro de altos estudios de la citada ciudad; para ser justo, entre esas voces y argumentadores se destaca la persistente y mil veces insistente figura del ingeniero, ahora licenciado en derecho, experto en Jardinería y mejor amigo Héctor David Vòlquez Román, quien nos ha convocado en innumerables ocasiones a encuentros y discusiones de planes y estrategias para que se dé el importante paso a la humanización de la vida del sur central, corto y mal llamado largo.

No decimos con esto, todos los protagonistas de esta ardua lucha, que desde dentro de la UASD encontró figuras como la de el doctor Wilson Mejía, decano de la facultad de ciencias de la salud UASD, entre otros, como la desaprobación de la ministra de educación superior ciencias y tecnologías, licenciada Ligia Amada Melo; para ser justo, no podemos dejar de recordar algunos nombres de los que participaron en la parte que vivimos en ese tenor, no diciendo con esto, que fueron los únicos protagonistas del esfuerzo por conseguir el avance que al parecer se ha logrado, no… hay muchos más, pero vimos a un don Teseo Ramírez, un Cristóbal (alias Quiquito), Plutarco, Rigoberto, Angela Sierra, doctor Ismael Batista, así como el amigo Enriquillo Cuello y el Licenciado Hilario Soler; no podemos pasar esta revista sin la mención de dos grandes damas, la licenciada Patricia Corletto y la monja Cubana, Cristina Álvarez, solidas en sus planteamientos.

No estaremos dando el grito de triunfo, al estilo Tarzàn de los paquitos, pero los anuncios del doctor Wilson Mejía en la inauguración del centro de atenciones médicas de centro UASD Barahona en el sentido de que se evaluaron por orden de la ministra los cuatro años que siguen, satisfactoriamente, y que ahora se evaluará la carrera completa para dar paso a ese importante sueño, nos llena se esperanzas.

Bien lo dice Volquez Román, con el aeropuerto en las narices, el puerto de Barahona, la equidistancia y la gran realidad de que en el sur no se imparten estos conocimientos y oportunidades de los grandes talentos de toda esta

región, y con ella la importante y necesaria región Enriquillo y con la realidad de que la UASD solo imparte esta disciplina del saber en la sede central, en el recinto de Santiago, para el Cibao, duarte y San francisco de Macorís, la escuela de medicina en el recinto de Barahona es una necesidad. La escuela de medicina debe ser un anhelo de todos y producto de un gran esfuerzo de todo ciudadano de la región Enriquillo, sigamos luchando por su materialización total…

POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA.

16 AGOSTO, 2016:
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