Niños y adultos congestionados corren el riesgo de morir en el hospital Jaime Mota, por falta de nebulizadores
EN BARAHONA, (República Dominicana), 13 de junio, 2016: Decenas de personas con problemas respiratorios, en su mayoría niños, vivieron anoche momentos de angustias y desesperación, producto de que en la sala de emergencia del hospital universitario regional Jaime Mota, en esta ciudad, no había nebulizadores para estabilizarlos.
Al ver a cantidades de mujeres con sus hijos en brazos congestionados, la desesperación también se apoderó de los médicos y enfermeras de servicio, quienes a la falta de nebulizadores, inyectaban a los afectados hidrocortisona, que no es tan efectiva para como el nebulizador para descongestionar a las personas que en el argot popular se dice que están apretadas del pecho.
Mujeres se desplazaban de un lado a otro en el interior del Jaime Mota muy preocupadas y desesperadas, porque varios de los pequeños daban la impresión de que se asfixiarían, impresión que también se notaba en personas adultas congestionadas, entre estas envejecientes.
Se supo extraoficialmente que las autoridades del Jaime Mota gestionarían este lunes con urgencia la adquisición de nebulizadores para estabilizar a los pacientes con el problema.
Esta es una terrible situación que da lástima, vergüenza y nos parte el alma a nosotros, al ver tantas personas congestionadas, a la que estamos inoculando solo con hidrocortisona", comentó un médico del Jaime Mota.
"Da ganas de llorar que en un hospital regional no haya nebulizadores para estabilizar a los pacientes congestionados", gritaban algunas de las mujeres desesperadas, lo que llenó de pánico a muchas otras de las féminas, algunas de las cuales maldecían a las autoridades del centro de salud.
"No es ahora que este hospital es un desastre, lo ha sido siempre, porque nunca ha tenido una gerencia seria, responsable y de sentimientos humanos que en realidad se preocupe por la salud de los pacientes pobres de este pueblo", dijo malhumorada una mujer que se identificó como Juana Alcántara, que salía apresurada del centro de salud con un niño en brazo completamente congestionado.
Indicó que se dirigía adonde sus familiares para ver si le reunían algún dinero para llevar su hijo a una clínica privada, porque está tan congestionado “que temo que se me asfixie".
En ocasiones en este hospital los pacientes tienen que comprar gasas, hilo de coser, agua para inyecciones y hasta aspirinas, debido a que en la farmacia interna no las hay.
Las autoridades del Jaime Mota siempre atribuyen estos problemas a la pésima situación económica por la que este atraviesa, pero sectores locales coinciden en que el asunto estriba en que allí hace falta una gerencia responsable que luche por eficientizar el servicio a los pacientes y que se interese por la salud del pueblo.
Un niño congestionado por lo menos debe ser nebulizado dos veces en espacio de 20 minutos, mientras que un adulto manda nebulización hasta tres veces.
(Fotos: Fuente Externa)
POR JUAN FRANCISCO MATOS