La solemnidad de un colegio electoral…
Bajo la responsabilidad de cada colegio electoral, descansa como cimiento, la legitimidad jurídica de las elecciones a celebrarse en nuestro país, república dominicana, tanto así , que por ley y dispositivos administrativos, una impugnación que se quiera hacer a algún mal procedimiento o irregularidad tiene necesariamente que hacerse en el colegio y tiempo suficiente para que conste en el acta legal con que se cierra toda la operación del mismo, incluida su fase final importantísima que lo es el escrutinio.
Como bien sabrán, amigos (as) lectores (as), las elecciones a celebrarse el próximo 15 de mayo empiezan al amanecer de ese día, cuando a las 6:00 AM, previa juramentación e instalación del colegio electoral ese día, habiéndose juramentado, de 4 a 2 días antes de las elecciones, el presidente y secretario del colegio, en la junta electoral local, donde y cuando también se les entregan todos los materiales para ejercer la función el día D.
En este tinglado de acciones y responsabilidades, cada miembro del colegio, que son cinco, a ver: un presidente, un secretario, un primer vocal, un segundo vocal y un sustituto de secretario, tienen responsabilidades personales específicas y penal frente a la ley si llegara a infringirla.
Los miembros del colegio, que son los únicos ciudadanos autorizados a manejar directamente todo el proceso y su etapa final, que es el escrutinio, cargan la responsabilidad frente a la nación, de entregar los resultados dentro de una acta firmada, que los hace responsables, en la cual, deben reposar todos detalles o incidentes surgidos en todo el proceso, por lo cual, sabemos, que esa responsabilidad al momento del conteo, tiene que ser regida por los miembros del colegio, sin intervención de nadie más que los que los mismos reclamen como asesoramiento, incluyen equipos o computadoras.
Son de las razones que nos hacen recomendar que el conteo se haga con la manualidad de siempre, no importa una o dos horas más tarde, pero con la conciencia de cada responsable, y su sumatoria, al llegar a las fuentes de control electoral, cuando en tiempos similares hayan llegado las copias a los interesados del proceso electoral.
POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA