'Brujería y niños serpiente cómo vive la gente con discapacidades en la República Centroafricana
MAYO 13, 201En la República Centroafricana personas con discapacidad física o mental son con frecuencia acusadas de brujería, abandonadas por sus familias o asesinadas.
Stefano RellandiniReuters
En varias partes de la República Centroafricana las personas con algún tipo de discapacidad física o mental son acusadas de brujería y a muchos menores se les llama 'niños serpiente', escribe el diario español 'El Confidencial'. En algunas localidades del país incluso se han dado casos de personas discapacitadas asesinadas después de la muerte de sus cuidadores.
El apodo de 'niños serpiente' se debe a que estas personas, con sus discapacidades, recuerdan a la población local a las serpientes y se considera que están "poseídas por ese reptil" y, de esta manera, asociadas a la brujería. Según el 'Informe sobre Desarrollo Humano 2015' de la ONU, la República Centroafricana es el segundo país más subdesarrollado del mundo. Ahí la violencia, el analfabetismo, el animismo y "el horror al vacío de la mente humana" son "el caldo de cultivo de supersticiones como la de los niños serpiente".
Emmanuel (nombre ficticio), de 13 años, no puede hablar ni caminar pero reconoce su nombre. Como muchos parientes de otras personas discapacitadas, sus abuelos desconocen el origen o el nombre de la enfermedad de su nieto debido al desconocimiento sobre medicina entre la población e incluso entre los médicos del país.
Las víctimas de las acusaciones de brujería son las más vulnerables de la sociedad: personas con discapacidades físicas y mentales, gente de la tercera edad sin familia y niños huérfanos. A veces las denuncias llevan a la muerte violenta de los acusados como en la capital, Bangui, y en la prefectura vecina de Lobaye.
De acuerdo con los datos de la investigadora del fenómeno de la violencia antibrujería en África Aleksandra Cimpric, en 2009 el 70% de las reclusas de la prisión central de mujeres de Bangui habían sido condenadas por brujería. En su artículo, Cimpric asegura que existe un mundo paralelo que "ofrece un marco de interpretación del fracaso, de la desgracia, de la enfermedad, de la pobreza y, de forma correlativa, del éxito y de la riqueza" en contextos de extrema dificultad.
/Actualidad.rt.com
Las víctimas de las acusaciones de brujería son las más vulnerables de la sociedad: personas con discapacidades físicas y mentales, gente de la tercera edad sin familia y niños huérfanos. A veces las denuncias llevan a la muerte violenta de los acusados como en la capital, Bangui, y en la prefectura vecina de Lobaye.
De acuerdo con los datos de la investigadora del fenómeno de la violencia antibrujería en África Aleksandra Cimpric, en 2009 el 70% de las reclusas de la prisión central de mujeres de Bangui habían sido condenadas por brujería. En su artículo, Cimpric asegura que existe un mundo paralelo que "ofrece un marco de interpretación del fracaso, de la desgracia, de la enfermedad, de la pobreza y, de forma correlativa, del éxito y de la riqueza" en contextos de extrema dificultad.
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