Obreros de la construcción colocan candado en escuela, demandan pago
Foto: Fuente Externa).
EN PADRE LAS CASAS (República Dominicana), 22 abril, 2016: Obreros de la construcción que laboraron en la Escuela Nueva Buena Vista, en este municipio, provincia Azua, impidieron este lunes, el desarrollo normal de los actos de inicio de docencia, al colocar un candado a la puerta de acceso a dicho centro.
Los trabajadores alegan que el Ing. Constructor les adeuda cientos de miles de pesos, por lo que demandan de las autoridades gubernamentales, el pago a dicho contratista, que aun después de 2 años de inaugurado no ha sido posible.
EN PADRE LAS CASAS (República Dominicana), 22 abril, 2016: Obreros de la construcción que laboraron en la Escuela Nueva Buena Vista, en este municipio, provincia Azua, impidieron este lunes, el desarrollo normal de los actos de inicio de docencia, al colocar un candado a la puerta de acceso a dicho centro.
Los trabajadores alegan que el Ing. Constructor les adeuda cientos de miles de pesos, por lo que demandan de las autoridades gubernamentales, el pago a dicho contratista, que aun después de 2 años de inaugurado no ha sido posible.
Según Rigoberto Sánchez, a él les adeudan más de medio millón de pesos, otro que alega le deben una suma similar es el señor Adriano Vicente ( El Nao ). Denunciaron además que el contratista tiene deudas, con el sindicato de camioneros por más de 300 mil pesos y cuantiosas deudas con otros negocios del pueblo.
Al lugar se presentó una patrulla de la Policía Nacional , la cual pidió que quitaran el candado , pero no fue hasta la llegada del Director del Distrito Educativo que esto sucedió, el mismo conversó con los demandantes y visiblemente molesto, les aclaró que él, los estudiantes y los maestros no tenían la culpa de esa situación.
Después de una acalorada discusión entre Rigoberto y el funcionario, el primero incomodo accedió a quitar el candado. Esperamos que esto no produzca una desgracia igual a la de la Oisoe, ya que ahí se habló de hipotecas de viviendas para enfrentar la falta de pago y se notó en los demandantes una notable impotencia y desesperación.
Por Juan J. Mejía