Lo que no entendemos de estas elecciones...
En términos generales, de las tres patas fundamentales del venidero proceso electoral presente, hay interrogantes internas a nuestras mentes que no le vemos razonables respuestas:
Por una parte, no llegamos a explicarnos con claridad los mecanismos que utilizará la junta electoral para en un país en que a penas la gente empieza a digitalizarse o sea a desenvolverse, con el famoso aparatito del momento, el móvil o celular, para realizar el cotejo, asegurar el buen trato de la boleta, que se anuncia serán 24 millones de ellas, nos imaginamos que incluidas las demás, para seguridad y el conteo de las mismas después de su escaneo, viviendo nosotros en un país donde ahora es que se anuncia el aprovisionamiento de una computadora para el sector educador y educando, cosa que debiera ser historia patria para nuestros tiempos.
Por otra parte, en una nación donde no hay guerrillas, ni estado de confrontación velica interna ni externa, sin más delincuencia que la que crea la desigualdad, el narco tráfico, sobre todo como puente y el uso financiero del mismo, parece que en casi todo, más la grande que es la impunidad, se anuncia la inminente militarización de las elecciones, con el anuncio de el apostamiento seccional del entramado oficial electoral con 38 generales, que es una proporción de más de uno por provincia, en un país eminentemente presidencialista y unas fuerzas del ornen en todas las disciplinas, a cuya incursión política solo le falta, ¡y… por suerte!! Votar, fuerzas que por más obedientes que sean, el día de las elecciones a la autoridad electoral, se deben al ejecutivo y sus canales normales de poder, y el poder está en campaña, en seguidilla.
En la pata electoral correspondiente al oficialismo y su reelección, vemos un anuncio permanente de resultados de sondeos de preferencia que rondan todavía los casi ochenta por ciento, pero le temen a las posibles o imaginarias campañas sucias de una oposición que en términos generales no ha sabido descubrirse sus puntos fuertes, opacándolos y oscureciéndolos con disposiciones erráticas. La pata electoral oficialista crea la duda en la población cuando al momento de vociferar su inminente triunfo arrollador se prestan a exageraciones propagandísticas y a tareas politiqueras en el campo dominicano, dando riendas a funcionarios públicos en su agonía por multiplicar sus haberes
personales. Ejemplo invitamos a mirar nuestra región Enriquillo, donde oímos a interactivos como Chulo Medina, Delfín Pérez y Dionisio Ferreras, hablando entre otros, del proyecto Villa Jaragua, AC0-59, mientras Rodolfo Acosta y sus cachanchanes del IAD desmontan fortunas y recursos para llevar a proyectos aguas que no existen y las que están tienen sus usuarios y despojos de propiedades a particulares, ejemplo, a “Mi”. La oposición, que es la tercera pata electoral referida, estas debilidades, más que fortalezas no las ve, pero la población local sí…
La tercera pata electoral la constituye la oposición, tan importante la que ostenta la principalía como la minoritaria, ambas dejan de jugar su gran papel, descuidan o desenfocan las convenientes miras, unas las mayoritarias para lo inmediato, jugando al primer lugar, no al segundo, y las minoritarias para lo mediato o a largo plazo; para eso ambas fuerzas deben conservar la inteligencia emocional y colectiva para cada cual jugar entre sí, golpeando y debilitando a su verdadero contendor del momento, el oficialismo.
La oposición, en su sector mayoritario, nos hace preguntar el porqué no entiende que su fortaleza no es el dinero, que con el enemigo no se combate con las armas que el escoge, todo lo contrario, se busca la contra, si el enemigo exhibe fortuna, busquemos a los desafortunados, los carenciados, los afectados de la mal repartición de riquezas ellos son los más y su mejor fortuna es la esperanza, ellos siempre son los más en todo. Nos preguntamos el porqué la oposición se presta a ser contestatario de declaraciones del gobierno, cuando el gobierno es quien debe a diario responder preguntas y aclarar gestiones.
La oposición tiene mucha tela por donde cortar, pero no lo está haciendo, me refiero a toda la verdadera oposición, aunque la mayoritaria se equivocó con la superposición de candidatos y dirigentes, autoenagenàndose de dirigentes que poseían esas miras, en buena parte del territorio, innecesariamente desmontaron importantes maquinarias políticas, de todas maneras, la Dialéctica genera cambios en la vida entera.