BARAHONA: DESENVOLVIMIENTO DE ALGUNOS MUNICIPIOS-2015 (PARTE UNO)
En una entrega anterior esbozamos de manera global cual había sido la evolución socioeconómica, deportiva y cultural de la provincia de Barahona. Aquel trabajo-un poco largo por cierto-captó desde cierta altura, el desempeño de la dinámica barahonera durante los doce meses del 2015. Sin embargo, la abundancia de informaciones que me suministraban mis “corresponsales” en diferentes comunidades barahoneras, hacía interminable la tarea, razón por la cual tuve que ir a nivel “micro” para ir sumando y poder plasmar el mosaico de realidades en que se desenvuelven nuestros hombres y nuestras mujeres para construir la barahoneridad, en medio de tormentas, sequías, frustraciones, esperanzas, desmontes, invasión de algas, la Roya del café, ríos sin agua, promesas incumplidas y crudas realidades.
El año pasado para Barahona fue una verdadera catástrofe en términos económicos, puesto que toda la zona fue duramente golpeada por los efectos del cambio climático. La sequía que se extendió por varios meses afectó seriamente los ríos, lagunas, humedales, ecosistemas, bosques y miles de explotaciones agropecuarias ubicadas en el Valle de Neyba y en las montañas barahoneras.
Mientras eso pasa, la Presa de Monte Grande está paralizada. La reconstrucción de las carreteras barahoneras marchan a paso de tortuga. Cunde el desempleo, permanece la Roya atacando los cafetales, se mantienen las tensiones por el agua de riego y la delincuencia a veces se torna inmanejable en las zonas urbanas y en los campos barahoneros. Conforme a informaciones del Ministerio de Salud Pública Barahona ocupó el cuarto lugar de casos de infecciones intestinales, superando el promedio nacional. El Dengue se mantiene activo.
El año pasado los tres cultivos que motorizan la economía barahonera tuvieron un desempeño decepcionante. En efecto, la caña, el plátano y el café, recibieron los duros embates de la sequía, lo cual se reflejó negativamente sobre el comercio, el transporte de mercancías y personas y en las condiciones de vida de decenas de miles de personas de la zona.
El caso dramático del café que soportó simultáneamente la falta de agua y los ataques de la Roya, significó una verdadera debacle. Para que tengamos una idea de su importancia, encontramos el café en los escudos municipales de Barahona, Paraíso, Los Patos y Polo.
Sin duda alguna, muchos barahoneros consideran ese 2015 como un año para olvidar: grandes retrocesos y pocos avances. Este desempeño se suma al de otros años también discretos del presente siglo. La contrapartida al limitado crecimiento socioeconómico de las comunidades barahoneras, es la salida de contingentes humanos cada vez mayores de nuestros campos y ciudades que huyen hacia donde sea, pues no quieren continuar excluidos y marginados, sepultados entre tierras secas y calientes. Esto explica que la Región Enriquillo de seguir las cosas como van, lenta pero inexorablemente se quedará despoblada de valiosos recursos humanos, los cuales requiere con urgencia frente a un entorno cada vez más desfavorable. Veamos:
En el período 2010-2020 la población total de la Región Enriquillo crecerá en 13,730 personas. En esos 10 años, la población barahonera crecerá apenas en 1,422 personas (0.75%), menos del uno porciento. En los próximos cuatro años la población cuatriboliá, sólo aumentará en 357 personas, cantidad por debajo del aumento poblacional que tendrán-de forma separada-las poblaciones de Bahoruco, Pedernales e Independencia !!!
En estos útimos seis años, a pesar de las declaraciones más optimistas sobre Barahona, las cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas-ONE nos revelan que nuestra gente decidió abandonar nuestra demarcación basándose en percepciones pesimistas a partir de su propia realidad. De acuerdo a las proyecciones de la ONE, de las cuatro demarcaciones que componen la Región Enriquillo, fue nuestra provincia la que registró el peor crecimiento poblacional en los pasados seis años:
Si a los fenómenos naturales que experimentó la Región Enriquillo por varios años (antes ciclones, ahora sequías) le sumamos la muy baja inversión pública que el Gobierno ha realizado en las cuatro provincias, comprenderemos las causas de esta despoblación. En el período 2012-2015. Mientras la Región recibió RD$ 4,504 millones, la Provincia San José de Ocoa recibió RD$ 5,482, casi mil millones más. Esto significa que cada ocoeño recibió casi 80 mil pesos por cabeza, mientras los que habitan nuestra región, recibieron 12 mil pesos por cabeza. Globalmente hablando, a la Región Enriquillo apenas llegaron tres pesos de cada cien pesos invertidos a nivel nacional. Desde otra perspectiva puede observarse que de cada cien pesos gastados en inversión por el Gobierno en el período 2012-2015, a nuestra Barahona llegó peso y medio!!
Prácticamente todas las 11 demarcaciones municipales que integran nuestra provincia sufrieron grandes pérdidas, debido a baja productividad, cosechas dañadas por la falta de agua, así como la no preparación de tierras ante las pocas perspectivas de lluvia y canales sin agua. La Presa de Monte Grande, a pesar de su extraordinaria importancia para el futuro de toda la Región Enriquillo, se mantuvo paralizada, mientras recursos brasileños fluían por pipá en otros proyectos iniciados posteriormente. A continuación se hará una breve reseña sobre el desempeño de varias comunidades barahoneras durante el 2015. Veamos:
CABRAL
El 2015 fue para Cabral un año de retrocesos, a partir de la falta de agua para riego, fluido vital para una comunidad que depende de la agricultura y la ganadería. Los bajos niveles de agua en las zonas productoras, se combinó mortalmente con la reducción extrema de la Laguna, lo que junto a la contracción de las actividades comerciales, creó un círculo vicioso negativo que terminó contrayendo la dinámica socioeconómica de este Municipio.
En el 2015 los recursos naturales de Cabral estuvieron sometidos a fuertes presiones por la acción del hombre, tales como polvillo por extracción de agregados, reducción de los caudales de riachuelos y cursos de agua, el secado de la laguna, la contracción del caudal del río Yaque del Sur, la falta de lluvias, el aumento de la temperatura, la quema de bosque para hacer carbón, además del corte ilegal de árboles en sus montañas.
Esta demarcación depende mucho del manejo sostenible de los recursos naturales de la comarca. De ahí que el descuido de los organismos oficiales competentes de la Zona de Barahona [y de los funcionarios locales y regionales], fue responsable de la acumulación de sedimentos de la laguna y de la lentitud en las actividades de rehabilitación. En adición, la fuerte sequía, el bajo caudal del río Yaque del Sur y la quema continua de los bosques de las montañas cabraleñas, se conjugaron para provocar la desgracia que llevaron desesperación, hambre y frustración a muchos hogares cabraleños cuyo sustento dependía de la captura y comercialización de los productos de la laguna.
Se mantienen paralizadas las alternativas que se han planteado para resolver el problema de la falta de agua para llenar la laguna y suplir los canales de riego, debido a las contradicciones entre los pescadores, los agricultores y ganaderos, las Juntas de Regantes, el Ingenio Barahona y las autoridades del INDRHI. Frente a esta situación, el liderazgo de la entidad oficial ha brillado por su ausencia y no ha estado a la altura de las circunstancias, para armonizar las controversias.
Bajo el argumento de la falta de fondos, el INDRHI-al igual que en el caso de la Presa de Monte Grande-se ha cruzado de brazos, mientras los problemas crecen en torno a la crisis de la laguna. La desesperanza crece entre las familias que dependen económicamente de la captura y venta de tilapias y camarones. Los pescadores de la laguna de Cabral deben ahora trasladarse al lago Enriquillo-45 km distante-a realizar sus capturas, lo que merma sus ingresos. En el 2015 se entregaron dos proyectos habitacionales, pero hubo queja de sectores de la población que argumentaron que hubo privilegios de naturaleza política en la repartición de dichas facilidades.
Los servicios de salud prestados por el hospital local durante el 2015 fueron precarios, lo que contrastó con la situación de hace varios lustros, cuando esta instalación disponía de 32 camas, medicamentos, equipo de Rayos X, Salas de Parto y de Cirugía. Para esa época el centro prestaba servicios de ortopedia, ginecología, cirugía y pediatría.
Al igual que otros hospitales de la Región Enriquillo, el de Cabral opera con limitaciones pues trabajos de rehabilitación iniciados desde el 2013, están paralizados. Esto afectó las condiciones higiénico-ambientales del local, lo que obligó al cierre área de cirugía. Equipo Rayos X no funciona y algunos servicios que anteriormente se realizaban localmente, se transfieren a la ciudad de Barahona. Las Unidades de Atención primaria-UNAP, operan con precariedades. Al enterarse los lugareños que llegaron medicinas a los establecimientos de salud, acuden a buscarlas bajo cualquier pretexto para conservarlas, pues no saben cuando se volverán a recibir.
La situación sanitaria de la localidad es dramática, especialmente si tomamos en consideración que su hospital además de atender los residentes en la ciudad, también presta servicio a pacientes de Las Salinas, Cachón, La Lista, Cristóbal, Peñón, El Naranjo, el Batey Algodón, etc.
El suministro de energía eléctrica-al igual que en los últimos años-fue deficiente durante todo el 2015, trastornando las actividades comerciales, educativas y de las familias. No se percibe que la situación se corregirá. Hubo algunas protestas por esta situación. Con problema de la laguna, la reducción del consumo de tilapia, camarones, cangrejos y aves de la laguna, así como la merma de la producción agropecuaria, se presentaron casos de desnutrición, que sumados la falta de agua de calidad, aumentó la vulnerabilidad de mucha gente, razón por la cual se presentaron algunos brotes de gastroenteritis, infección respiratoria aguda, etc.
Situación precaria de los sectores productivos, la perdida de ingreso de muchas familias, el desempleo juvenil y la falta de oportunidades para mucha gente, influyó sobre la paz social y se produjo alza de la ratería y el robo de plátanos y otros rubros en numerosos predios agropecuarios.
Adultos y jóvenes de ambos sexos incrédulos y desamparados, se zambullen en las profundidades de los juegos de azar, para lo cual existen por todo Cabral decenas de bancas de apuesta, verdaderas chupadoras de la última esperanza. Muchas de las condiciones que hicieron del 2015 cabraleño un año para olvidar, aún subsisten. Miles de personas de esta localidad vislumbran que las penurias no variarán en el mediano plazo.
El PEÑÓN
Esta laboriosa comunidad ubicada en las cercanías de la laguna de Cabral y el río Yaque del Sur, confrontó en el 2015 el doble percance de la reducción del caudal de Yaque más el secado de la laguna. A esto se sumaron elevadas temperaturas, que afectaron también la producción de frutos menores y hortalizas. Las tres actividades económicas más importantes de El Peñón son la producción de plátano, la ganadería y la pesca, renglones que demandan gran cantidad de agua para su desenvolvimiento.
El vistoso escudo de este Municipio se destaca por proyectar la producción de estos bienes y la presencia de agua. Lugareños consultados expresaron que no sólo fueron golpeados por la naturaleza, sino que también fueron castigados por la indiferencia y falta de apoyo de las instituciones competentes del área, citando el caso del Ministerio de Agricultura y del INDRHI.
Apuntan que con frecuencia se dañaron las viejas electrobombas para riego y que los productores y miembros de Juntas de Regantes tenían que realizar colectas para su reparación. A esto se suma el estado pésimo de algunos tramos de canales y drenajes dañados.
La reducción en los niveles agua provocó casi el colapso de las actividades económicas de la demarcación, especialmente la producción de plátanos, carne, leche y las captura de peces y camarones de la laguna de Cabral, lo que trastocó el desenvolvimiento de la localidad. Centenares de familias confrontaron limitaciones, y al igual que en otras comunidades numerosos jóvenes de ambos sexos optaron por abandonar el poblado dirigiéndose unos a la ciudad capital y otros a la zona de Bávaro.
Numerosos ganaderos vendieron sus reses y otros redujeron sus hatos. Quienes subsistían pescando en la laguna, ahora deben viajar decenas de kilómetros a otros lugares (lago Enriquillo, Jimaní, etc). La contracción económica del 2015, incentivó que algunos vivos se dedicaran al robo de reses, plátano y otros rubros. Los propietarios alegan que cuando apresan esos delincuentes, los mismos son liberados por politiqueros, lo que trajo más incertidumbre.
La energía eléctrica es precaria e inestable y los servicios de salud son prestados por una Unidad de Atención Primaria-UNAP que opera con deficiencias en una edificación construida hace 25 años. Su personal es insuficiente y no es aumentado a pesar reclamos, puesto que población ha crecido en los últimos 25 años. Cuando se presenta un caso mayor, los familiares de la persona prefieren acudir a la ciudad de Barahona, en lugar de dirigirse a Cabral-distante a unos seis kilómetros-debido que la carretera está inservible y por la sospecha de que en dicha localidad no haya ni equipos ni medicamentos.
Hay adecuada infraestructura educativa con buen número de escolares. Unos 200 jóvenes estudian en el centro universitario de la UASD, la mayoría de los cuales cursan carrera de Pedagogía y afines. Son transportados en un autobús con muchos años de servicio, el cual da cuatro viajes diarios a Barahona. El Ayuntamiento local cubre los gastos de combustible, ciertas reparaciones y el chofer. Se practica deportes en una cancha y en un estadio de béisbol. Existen en El Peñón cuatro Juntas de Vecinos y varias asociaciones de productores.
JAQUIMEYES
Este poblado con fuerte dependencia del agua de riego para su desenvolvimiento experimentó percances con la sequía. A esto se sumó que varios canales estaban deteriorados. Los agricultores reclamaron en varias ocasiones encanche de regolas y reparación caminos de vecinales para un mejor acceso a sus predios y poder sacar su producción. Al igual que sus comunidades vecinas, la caída de la agropecuaria en el 2015 (plátano, leche, coco y guineos), afectó el resto de la economía del lugar. Rubros de autoconsumo (guandul, habichuelas y otros rubros, registraron también mermas en su producción.
La sequía dejó sin agua un lugar que se conoce como el Chaparral que al inundarse por el rio Yaque, crece yerba donde la gente deja su ganado pastando. En dicho sitio se capturan cangrejos para animales.
En el 2015 mermó la calidad del agua del acueducto, la que se descomponía al cabo de pocos días, a la vez que le emanaba un olor a marisco. Población la usaba sólo para cocinar, asearse y lavar la ropa.
Durante varios años la población de Jaquimeyes se lanzaba a las calles solicitando la construcción de una serie de obras de desarrollo, estas manifestaciones-muchas veces violentas-fueron duramente reprimidas, sin embargo la gente no se amilanó y poco a poco el Gobierno Central fue atendiendo varias de sus demandas, construyendo escuelas y un Liceo, un estadio de béisbol, asfaltando las calles, limpieza de un cauce seco para evitar inundaciones y un destacamento policial, entre otras obras. Lograron avanzar en sus propósitos pero primero debieron soportar varios centenares de bombas lacrimógenas y muchos perdigonazos.
Con estas mejoras logradas luego de ese esfuerzo colectivo, algunas experimentaron cierta mejoría. En efecto, en la fábrica de sal marina de Puerto Alejandro laboran unas 50-60 personas en tareas de secadores de los cuadros y llenando sacos. El número de trabajadores varía en función de las ventas del producto. La sal es comprada por empresas de Higuey, Jimaní y Cabral, entre otros. De Barahona la adquiere la Zona Franca. El producto es sacado en camiones que transportan por viaje unos 800 sacos de 105 y 113 libras.
Hay en Jaquimeyes una pequeña fábrica de Blocks (15 obreros), otra de agua embotellada que abastece al poblado y comunidades vecinas (Bombita, palo Alto, etc). Unas 20 personas-luego de realizar un curso-producían Yogurt, pero esta actividad se contrajo por la baja en la producción lechera debido a la sequía. Hay una cocina industrial que suministra comida a varias escuelas de la zona. En la misma trabajan unos diez empleados.
Ante baja en la agropecuaria, numerosos productores se dedicaron a la pesca en el Yaque de Sur y en el mar. Algunos esperanzados aspiran a la rehabilitación de la empresa camaronera que operó hace unos pocos años. A tales efectos-conforme a una información del periódico Ecos del Sur-La Dirección General de Programas Espaciales de la Presidencia (DGPP), la Alcaldía del Municipio de Jaquimeyes y la Cooperativa Agropecuaria de Servicios Múltiples de esta localidad, buscan la apertura y funcionamiento del Proyecto Camaronero de la Industria Agros Pesquera (INA), cerrada desde el año 2000 en las Salinas de Jaquimeyes.
Cerca desembocadura del río Yaque del Sur existen dos lagunas una mayor que la otra, que se alimentan con aguas del río. Cuando tiene mucho líquido es buena la pesca.
Unos 50 motoconchistas transportan personas a su lugar de trabajo y estudio. Varios minibuses trasladan la gente a ciudad de Barahona y otros destinos.
En el entorno del Municipio existen minas de Travertino, Mármol, Yeso y agregados.
Fruto de la lucha que por varios años libraron los pobladores de Jaquimeyes, la comunidad presente un nivel aceptable de organizaciones comunitarias. En efecto, hay tres clubes de mujeres, dos o tres de agricultores, clubes de Besibol, Baloncesto y Softball. Hay ocho congregaciones cristianas y una católica. Una Asociación (Madre Tierra) tiene local propio. Existen ocho Juntas de Vecinos, una por cada barriada de la localidad: Rincón Callao, Cristo Rey, Sector La Escuela, El Centro, Jerusalen, Las Salvia, Los Coditos y Bella Vista. Cada Junta tiene nombre propio, tales como, Jacobina Batista, Freddy Cornielle, Sector Escuela, Zona Parque, Jerusalen, el Futuro, Nuevo Amanecer y Bella Vista.
De acuerdo a un Regidor consultado, existe una buena sinergia desarrollista entre el Ayuntamiento, Juntas de Vecinos y los clubes, especialmente en la construcción de pequeñas obras y asignación recursos dentro del programa de presupuesto participativo. Un camión compactador del municipio, recoge la basura.
El Ayuntamiento contribuye con el minibus que traslada unos 50 estudiantes universitarios al Centro Regional de la UASD y a la Universidad Católica.
En la costa hay varios balnearios ubicados a unos 10 kilómetros del poblado, los cuales a pesar de su belleza y calidad, no cuentan con infraestructuras. Los lugares más visitados son Playa Andina, Los Cocos, El Almacigal, Caña del Inglés, Los Coquitos, la Playa del Curro y el Petigre, entre otros.
Luego instalación de caseta de vigilancia por Ministerio de Medioambiente, se eliminó depredación y quema del bosque seco de la comarca. Al final los consultados manifestaron que el desempleo de los jóvenes, se considera una verdadera traba al progreso de esta laboriosa comunidad.
VICENTE NOBLE
Esta laboriosa demarcación, al igual que otras comunidades barahonera, sufrió los duros embates de la fuerte sequía que por largos meses castigó esta parte del país. La siembra, cultivo y venta del plátano, mueve una parte relevante de la economía de este Distrito Municipal. Todo aquello que limite la producción de este rubro, automáticamente se refleja sobre la condición socioeconómica de sus habitantes. La falta de agua también impactó la siembra de productos de ciclo corto, hortalizas y frutales, contrayendo aún más el circulante, bajando las ventas del comercio local.
Penosas situación del agro se vio acompañada de una baja en las colocaciones de crédito del Bagricola a los productores, puesto que en apreciación de algunos consultados ese Banco se preocupa primero en la recuperación de sus préstamos, dejando de lado gran cantidad de pequeños y medianos productores urgidos de capital para explotar sus predios. Los Peritos de este “Banco de Fomento” son excesivamente duros con campesinos, exigiendo títulos de propiedad, certificados, garantías o papeles de ventas de tierra notarizadas. Esta situación deja los labriegos sin más opciones que acudir a prestamistas.
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En adición a estos casos, la crisis financiera europea redujo sensiblemente la llegada de remesas-especialmente de España-lo que también dejó mucha gente desprotegida, puesto que familiares fuera del país representaban una fuente confiable de dinero a la cual acudían para sembrar sus predios. La caída de las remesas se combinó con caída producción y los resultados fueron desastrosos sobre la economía local.
En los últimos lustros Vicente Noble tuvo un vigoroso desempeño económico basado en los flujos de divisas del exterior. Esto impulsó un notable crecimiento urbano motorizado por la construcción de viviendas, bloques de edificios, ferreterías, comercios, farmacias, una clínica, estación de gasolina, venta de repuestos, de agroquímicos, etc. También hay una sucursal del Banreservas, varias Cooperativas y 2-3 Asociaciones de Ahorros. Puede afirmarse que este Municipio es casi “autosostenible”.
La comunidad posee un mercado público pequeño. El grande está en Tamayo a pocos minutos de distancia, el cual opera los Jueves y Domingos. El hospital público tiene problemas y cuando acuden determinados enfermos, los refieren inmediatamente para el Hospital Jaime Mota de Barahona, razón por la cual muchos prefieren irse directamente a dicho centro. Las parturientas que requieren cesáreas son enviadas a Tamayo o a Barahona. Algunos canales de riego estaban deteriorados.
Las actividades deportivas e redujeron pues dependen del apoyo del comercio y empresas locales, las cuales atravesaban por una situación precaria. Hay dos-tres ligas de béisbol y 5-6 equipos de Baloncesto.
Algunos sectores de la juventud lucen desorientados y muchos corren peligro de descarriarse ante la falta de oportunidades. La mística de trabajo se deteriora ante la percepción de la generación de relevo, de que el trabajo del campo no llenará sus expectativas de superación y progreso personal. Aunque delincuencia mantiene cotas bajas, con frecuencia se verifican robos de plátanos en algunas fincas. Productores se quejan de flojedad y cierta actitud complaciente de las autoridades judiciales.
CANOA
Esta pequeña comunidad dependiente fundamentalmente de la producción de plátano, confrontó serias limitaciones en su desenvolvimiento económico el pasado año. Un moderado flujo de remesas, posibilitó que mucha gente pudiera paliar la caída de los ingresos del poblado.
El mármol se explotaba hace varios años, pero ya no. Una mina de sal mineral colindante con Jaquimeyes, se explota. También se extrae material de un yacimiento de Yeso.
Es limitado el accionar municipal y también el de la sociedad civil local, a pesar de la existencia de unas 15 organizaciones comunitarias. De ellas la más dinámica es la María Auxiliadora la cual aborda la problemática de la vivienda, salud, educación, orden público y energía, entre otros.
Hay también una especie de Patronato estudiantil que sorteando problemas se ocupa del mantenimiento y operación de un autobús que transporta los estudiantes a las dos universidades ubicada en la ciudad de Barahona.
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Hay muchos egresados con título académico universitario, mayormente del área de Pedagogía, varios de los cuales laboran en las comunidades vecinas.
Canoa dispone de una Policlínica no bien equipada, donde laboran dos médicos y una enfermera y personal auxiliar. En dicho centro se atienden casos menores y los demás se refieren al Hospital Jaime Mota.
Juventud practica deportes en una cancha y un estadio de Beisbol. Al igual que otras comunidades de la zona, en Canoa hay muchos jóvenes desempleados, sin embargo, delincuencia es muy baja. Ocurren algunos robos en platanales cuando aumenta precio de este rubro.
En carpeta desde hace varios años está el proyecto de las Aguas termales, que implica una inversión de centenares de millones de dólares en infraestructuras diseñadas para turismo de salud orientado a envejecientes y adultos europeos y de otros continentes. Hace poco tiempo desarrollador proyecto declaró que grupo de inversionistas está interesado en iniciar su construcción.
La comunidad de Canoa ansía su arranque debido a los grandes beneficios que esperan generen estas infraestructuras.
Por: Virgilio Gautreaux P.