OPINIÒN: Fecha fatal y yerros...‏


Es lo más elegante con que podemos calificar las inscripciones de candidaturas, 24,442 en total, según el organismo oficial, culminadas en la noche de anoche, 9:00  de la misma, fecha desde la cual, crujen como venas rotas las querellas, lamentos, intentonas de incoación de procedimientos legales y acciones propias para restablecer derechos, que al final, de ser restituidos quedarían “calimochos” al quedar diezmadas las oportunidades de triunfo en el certamen venidero, sentenciado por la constitución de la república  para el próximo 15 de mayo.


El fenómeno de tumbe, plagio o suplantación de liderazgos y derechos estuvieron a la orden del día en todo el proceso previo a la descompensante noche de anoche en todas la parcelas o casi todas. El mal fue general, en el resumen de cuentas; unas por falta de aspirantes, que lo fue en los partidos llamados minoritarios ò de escasas posibilidades, en los cuales, fueron  seleccionados candidatos a “la bulanyè”  como decimos en Neiba, ò “a lo que coja mi bon”, poniendo literalmente a cualquiera en el cargo que aparezca, lo cual es un verdadero yerro institucional y otras, para seguir el recuento, en los partidos de mayor tamaño e igual capacidad de éxito, en los cuales, por su posición en barlovento electoral tubo repleto  su mercado político en los cuales la sociedad dominicana vio prácticamente de todo, óigase bien, de todo.

Como en todo esto hubo de todo, en desmedro de la mentada democracia y el país, se vio por una parte el yerro moral de condicionar la posibilidad de candidatearse en función de la capacidad económica, no importando la procedencia de los fondos, a nadie se le pregunta de donde los sacó ni como los va a recuperar, y que no me pida nadie pruebas de hechos ya que estos pseudocuentos  los encuentra  uno a cada paso en estos caminos de dios que nos corresponde vivir; los tumbadores de méritos  y oportunistas no han tenido reparos en suplantar a los verdaderos  adalides de las  entidades políticas y los ha habido en las posiciones repartidoras de oportunidades y beneficiarias directas de las mismas que han accionado exclusivamente con carácter de grupo,  que al final terminan más en perjuicio que en su propio beneficio particular, porque con ello, en la mayoría de los casos se cercenan toda posibilidad de triunfo, “perdiendo la sal, pero también el chivo”, como sentencia popular.

Muchos, pisoteados por este despiadado carruaje  han optado por emprender el camino de los recamos constitucionales y otros, como es el caso, en que nuestro partido, al cual le dedicamos ingentes esfuerzos desde  antes de un nacimiento, que desoyó el derecho de ostentar la condición de candidato único; preferimos no contemplar ese camino a  sabiendas  de nuestra segura posibilidad de ganar la batalla, así como también preferimos no aceptar amables ofertas electorales sugeridas por más de tres de las organizaciones de las que participarán  en el certamen que se avecina..

POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA.
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