La década del 90 y su influencia en el siglo XXI
Con la caída del Berliner Mauer o mejor conocido como el Muro de Berlín, cuya finalidad era ser un muro de protección antifascista, después de veintiocho años de horror y vergüenza, se inicia a nivel mundial una nueva era. A partir de allí comienza un dinamismo económico que impulsó grandes reformas en distintas naciones, incluyendo República Dominicana.
El 15 de enero de 1990 se promulgó la ley 8-90 de Zonas Francas de Exportación, que, a decir verdad, es una de las legislaciones más productivas que el Estado dominicano ha elaborado. Su inmediata aplicación provocó, que la inversión extranjera se expresara en términos reales en la economía dominicana. Hasta el día de hoy dicha norma continúa siendo el marco legal de referencia a los fines de darle entrada a miles y miles de empleos al país. En la actualidad, las Zonas Francas constituyen uno de los sectores primordiales de la economía local.
El 15 de enero de 1990 se promulgó la ley 8-90 de Zonas Francas de Exportación, que, a decir verdad, es una de las legislaciones más productivas que el Estado dominicano ha elaborado. Su inmediata aplicación provocó, que la inversión extranjera se expresara en términos reales en la economía dominicana. Hasta el día de hoy dicha norma continúa siendo el marco legal de referencia a los fines de darle entrada a miles y miles de empleos al país. En la actualidad, las Zonas Francas constituyen uno de los sectores primordiales de la economía local.
En ese mismo orden se encuentra la ley 16-92 que instaura el Código de Trabajo dominicano. El también denominado Código Laboral, se convirtió en un texto legal de referencia, no solo a nivel local, sino, hasta internacional. Por vez primera una norma contemplaba y reivindicaba derechos adquiridos por los trabajadores que antes no eran reconocidos. Estableció el 80-20, es decir, obliga a que el ochenta por ciento de la mano de obra de una empresa establecida en República Dominicana, tenga que ser dominicana y la restante, extranjera.
También, a pesar de que entró en vigencia en 1993, para el 1992 se redactó la ley 11-92, mejor conocida como el Código Tributario dominicano. Con esta nueva legislación se creaba un marco legal que recogía y dictaba los principios por los cuales debía regirse la política fiscal dominicana. Hasta el día de hoy se encuentra vigente y su contenido sigue siendo referencia.
Es importante resaltar, la Ronda Uruguay del GATT, conocida como aquel proceso de negociación que se desenvolvió desde 1986 hasta 1994 y que culminó con la creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC), mediante el Acuerdo de Marrakech y la adopción de un instrumento vital que sirvió como regulador de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio, a partir de entonces conocido como ADPIC. Gracias a ese hecho internacional, es que a partir de 1995 República Dominicana acoge mediante resolución 2-95, del 20 de enero de 1995, los temas relacionados a la OMC y el ADPIC.
Asimismo, para el 20 de noviembre de 1995 se publicó de manera oficial la ley 16-95 sobre inversión extranjera. Una norma que armonizaba distintas áreas de inversión y sometía al país a cumplir con estándares internacionales que han dado al traste con cuantiosas inversiones expresadas de distintas maneras. Esta norma también se encuentra vigente actualmente.
Luego, en 1996, se inicia a nivel local todo un proceso de modernización e institucionalización que procuró la creación y modificación de diversas normas y reglamentos. La implementación de esas legislaciones ha traído grandes beneficios para la República Dominicana hasta el día de hoy, con lo cual se demuestra que cuando hay voluntad política, el desarrollo florece de forma natural. Todas las normas antes expuestas han cumplido su rol, pero deben ser modificadas a los fines de adaptarlas a la época actual, en vez de crear nuevas.
Por: Víctor Mateo