Crece el temor a una desconexión total entre el internet chino y el exterior
PEKÍN, CHINA: -30 de Marzo (EFE).- El Gobierno de China, un país donde internet está ya desde hace años muy censurado, prepara una reforma legal que podría aumentar aún más el control estatal sobre este canal de comunicación, y hace temer incluso un corte y aislamiento total de la red china con la del resto del mundo. Un borrador de esta reforma fue publicado el pasado viernes por el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT) para recoger opiniones y sugerencias durante un mes, aunque más bien ha generado dudas y críticas, por ese miedo a que cause la “desconexión” definitiva de internet en China. La regulación, que los ciudadanos chinos pueden comentar hasta el 25 de abril (no abiertamente sino a través de fax, correo electrónico o carta), contempla multas de entre 1.500 y 4.500 dólares a los infractores.
El proyecto de regulación estipula que todos los dominios de internet que operen en el país deben estar registrados dentro del territorio chino, lo que en teoría supondría que los alojados fuera de China dejarían de ser “legales” y podrían ser bloqueados. Ese bloqueo en China lo sufren ya algunas de las páginas web más populares del mundo como Google, Facebook, Twitter o YouTube, pero no es una práctica generalizada aún, aunque la nueva regulación hace presumir que en un futuro sí lo sea. Ante estos temores, que han sido aireados incluso por internautas chinos en las redes sociales, responsables del MIIT respondieron hoy que “las webs de instituciones gubernamentales como la Casa Blanca o las Naciones Unidas aún serán accesibles desde China”.
Una afirmación que, lejos de tranquilizar, aumenta los temores, pues parece dar a entender que sólo las webs oficiales o gubernamentales escaparían de la nueva regulación. El bloguero experto en tecnología Long Weilian advirtió además en declaraciones al diario ThePaper de que grandes firmas chinas como Taobao (el “eBay chino”) o Baidu, el buscador más usado en el país, tienen servidores fuera y se podrían ver igualmente afectados. Algunas de ellas se alojan fuera del país por aumentar la seguridad, ya que los dominios en China suelen ser más propensos a ataques de piratas informáticos, por lo que Long predice un mayor peligro de “hackeos” con la nueva regulación.
No todos son tan pesimistas, y hay quien piensa que sólo las páginas web cuyos servidores están ya alojados en China se verían afectados, lo que quizá no causaría la temida “desconexión” entre la red china y la mundial, si bien aumentaría el control de las autoridades y de la censura sobre todas las webs nacionales. Fuentes del sector tecnológico chino consultadas por Efe pidieron no exagerar posibles consecuencias y vaticinaron que la regulación afectará sobre todo a las firmas chinas, aunque eso sí, con miras a acrecentar aún más su vigilancia.
Sea como sea, el plan regulador es una vuelta de tuerca más en el ya muy estricto control de los contenidos de internet en China, en un momento en el que el país, según activistas de derechos humanos y en defensa de la libre expresión, vive la peor represión de libertades desde los años 90. Esta campaña, que ha incluido detenciones irregulares y confesiones forzadas por televisión de libreros, activistas de derechos humanos o periodistas, también se está notando en internet, todavía una de las principales vías para la disensión pública en el gigante asiático, aunque cada vez en menor medida.
Por ejemplo, desde este mes está en vigor una normativa que prohíbe a empresas extranjeras publicar directamente sus contenidos en la red en China, ya que requiere una aprobación previa de la Administración Estatal de Prensa, Publicaciones, Radio y Televisión.
Además de establecer esta suerte de censura previa, la nueva normativa da potestad a los gobiernos locales para que controlen y vigilen las publicaciones de las empresas. En un caso más concreto, fue cerrado el popular blog del empresario chino Ren Zhiqiang, poco después de que cuestionara recientes visitas del presidente Xi Jinping a redacciones de grandes medios estatales. El propio Xi no oculta su intención de aplicar “más orden en la gestión de internet”, según él mismo dijo en la II Conferencia de Internet que se celebró en diciembre en la ciudad oriental china de Wuzhen //ElNacional/.