Los banilejos también tienen su político Millonario
Los ciudadanos y ciudadanas de la Provincia Peravia estaban acostumbrados escuchar hablar de corrupción administrativa y de funcionarios corruptos y de políticos que se hacían ricos bajo la sombra del poder a través de su paso por la administración pública.
A partir de la caída del dictador R.L. Trujillo los recursos del Estado fueron convertidos en una especie de “Piñata Pública” para el uso y provecho de unos pocos de la sociedad dominicana.
No tardaron mucho tiempo en entrarle a palos, puñetazos, y golpes de toda índole, armándose la empujadera y la jaladera hasta romperla y tomar las golosinas y hasta trofeos que salían de su interior para los más destacados o voraces participantes de la polipiñata dominicana.
Baní también sufrió las consecuencias del desastre piñatero y tuvo sus participantes como todos los demás pueblos, pero no se conocía a ningún compueblano destacado en el coge y coge y el dale duro a la codiciada piñata, con los beneficios y regalos de tan desafortunada fiesta de la piñata hasta que en el año 1996 apareció el PLD(partido de la liberación dominicana), como gobierno y con él la participación activa y delantera, de un banilejo a la administración pública, el señor Wilton Guerrero, alto dirigente político y connotado secretario de Asuntos Campesinos en la estructura política del PLD de entonces, hoy por hoy, wilton ha ocupado varias veces el puesto de Senador de la Provincia Peravia, amén de que empezó como director del Instituto Agrario
Dominicano (IAD) en el año 1996 con el ascenso de Leonel Fernández y el PLD al poder. Hasta entonces, sólo sabíamos de funcionarios que se convirtieron en ricos de oído en otros lugares, mientras pasaban por la administración pública, pero ya Baní no solo lo ha oído sino que lo ha visto y lo tiene su funcionario millonario como otras provincias y el Distrito Nacional.
Nadie podrá enrostrarle a Baní que no se destacó en la fiesta de la piñata.
Orgullosamente los banilejos también tienen su representante político Millonario!
Por Marino Chalas