El nuevo acueducto nos ha dado más ilusión para vivir en Villa Trina


Villa Trina, Espaillat.-Los habitantes de este poblado se sienten felices al tener agua potable en sus hogares y calles asfaltadas, dos anhelos de muchos años que ya son obras hechas realidad por el presidente Danilo Medina.


Con la apertura del Acueducto Múltiple José Contreras en esta comunidad, más de cinco mil personas tendrán agua en sus hogares.


En este hermoso pueblo localizado a 687 metros sobre el nivel del mar, en la Región del Cibao justo en el eje de la cordillera septemtrional, se conjugan la agricultura y la ebanistería como principales fuentes de subsistencia.

Cincuenta pesos por una barrica de agua

Con 75 años de edad, la doñita Lara María de León recuerda que tenían que comprar barricas de agua por cincuenta pesos para realizar las labores del hogar.

Ella es una abuelita con siete hijos, diez nietos y varios bisnietos. Nativa de Villa Trina, vive en una humilde casita de madera y no puede ocultar su alegría “porque ya tenemos agua en la casa todos los días”.

María, quien fue recolectora de café en su juventud, expresó su satisfacción con el Gobierno porque además de construir un acueducto también ha pavimentado todas las calles del poblado.

Lo esperaban desde hace mucho

María Magdalena Céspedes, otra nativa de Villa Trina, se siente contenta con el funcionamiento del acueducto. Por su condición de ama de casa a tiempo completo, habla con mucha propiedad sobre la importancia de tener agua en el hogar.

“Cuando no teníamos esta agua, teníamos que comprar la barrica a 50 pesos, pero ahora estamos felices y contentos porque tenemos agua en nuestro pueblo. Estábamos esperando eso desde hace mucho”.

Con una expresión de satisfacción en su rostro agregó: “Ya tenemos agua, que es lo más importante que se necesita en las casas, para limpiar, para fregar, para hacer todo; para bañarnos, eso es una cosa de maravilla”.

María también se dice complacida por el arreglo de las calles del poblado, significando que antes eran un pedregal y caminos polvorientos, pero ahora el pueblo luce hermoso, “¿qué más de ahí se quiere?”.

Nueva ilusión para vivir aquí 

Willian de León, de 48 años, es un ebanista desde que era un adolecente. Recuerda que los productores agrícolas de la comunidad tenían muchas quejas por el mal estado de las calles porque les dificultaba transportar sus mercancías.

“El mal estado de las calles nos mantenía en una situación desesperante, en estado de emergencia”, dice con firmeza Willian.

Comenta que para subir de Moca, era difícil por el deplorable estado de la carretera, también para desplazarse en el pueblo era complicado por el mal estado de las calles.

“Aquí en Villa Trina había dos cosas que hacían falta, eran el arreglo de la carretera y el agua potable, pero gracias a Dios ya han sido resueltos por el Gobierno”.

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