La rebeldìa..‏


Es la dosis de poder contenida en los pueblos,  en los grupos y finalmente en el individuo. Ponemos al individuo como última cita, en orden de importancia como respuesta, pero en verdad, la actitud de grupo ò colectivo, nace precisamente del individuo, en cuyo pecho y consciencia germina la semilla de la conquista, la semilla de las reivindicaciones,  la semilla de la democracia, y finalmente la semilla de la libertad, que es lo mismo,  la cual, pasa una serie de expresiones sociales, sin los cuales, la madurez de este producto,  no llega a ser el manjar prodigioso del que se tiene que alimentar todo pueblo, nación, la soberanía, solo se puede lograr como expresión del deseo de conjunto.

Los esclavos con que se nutrió un nuevo mundo, descubierto por otro explotador, explotador, saqueador  y malvado, los cuales, en su momento encendieron la chispa de la libertad, convirtiéndose en  primeros en su especie  en declarar su independencia.

El cacique Enriquillo sintió crecer en su pecho la llama de la libertad, dando riendas sueltas al sentimiento rebelde, se alzó a las alturas de nuestras montañas y las interioridades de la hoy llamada isla cabritos, nombrada por los tainos  Guarizacca, desde la cual desarrolló su espíritu guerrillero y de supervivencia a fin de lograr dar respuesta a la opresión y el crimen, eso fue rebeldía.

Rebeldía es la cadena montada por organizaciones populares y ciudadanos que con   pleno ejercicio de sus atribuciones ciudadanas se han presentado frente a oficinas públicas en demanda de una acción, en el caso de la OISOE, que  de no lograrse el objetivo  inicial,  servirá  para  que de una vez y  por todas se hagan transformaciones adecentadoras en el manejo de los recursos del pueblo. Es también otra expresión de una verdadera y autentica rebeldía.

Rebeldía fue la tea de la liberta nacida en el pecho y consciencia inmaculada de Juan Pablo Duarte y Diez cuando soñó con nuestra independencia y el nacimiento de nuestra república, que es tan imperecedera como la memoria del mismo y todos los demás conciudadanos que nos la legaron, todo fue, bajo un sentimiento puro de rebeldía frente al oprobio e iniquidad.

Rebeldía,  que fue  el sentimiento surgido en el insigne dominicano, coronel Juan Tomás Fernández Domínguez, seguida Por el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó y demás patriotas,  que  después de levantarse contra la interrupción de la constitución del  año 1963 y luego frente al interventor,  lo cual fue precedido por el heroico sacrificio de la nombrada raza inmortal encabezada y encarnada por el insigne Manuel Aurelio Tavares Justo. Rebeldía   ha debido despertarse en el pueblo dominicano hace varios años, cuando en nombre del mismo se han montado impuestos, contratos de ventas de lo  que es del estado, en calidad de arrendamiento o concesiones graciosas, que agravados con los subsidios mafiosos, diezman cada día la posibilidad de que la mayoría inmensa del pueblo dominicano acceda a los más mínimos servicios del estado.

Rebeldía es el sentimiento nacional que debe primar frente a la afrenta exhibida por el tren   judicial nacional, en su  más alto nivel con  el destape de un mercado de venta de sentencias, una justicia repartida como botín de guerra, cuyos resultados más  que los que se ven, son mayores en los no trascendidos. Es momento pues, de Rebeldía, rebeldía de actitud, Rebeldía no de violencia, pero sí de desobediencia, desobediencia civil  frente a los oprobios.

Rebeldía  arriba, rebeldía abajo, rebeldía en el gobierno, rebeldía en la oposición, rebeldía en la cosa pública establecida, pero rebeldía también en la oposición, rebeldía a todo lo impuesto y rebeldía además contra la política del gran garrote aplicada también en los partido que pretenden subir  las escalinatas del poder, rebeldía a toda imposición y lo antidemocrático, rebeldes nacimos los dominicanos, e indómitos  y fuertes como tendremos que ser…

 POR JOSE ANTONIO MATOS  PEÑA.
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