Bombardeo de tropas estadounidenses mata a nueve médicos en Afganistán
KABUL. Médicos Sin Fronteras (MSF) ha elevado a nueve el número de muertos en el bombardeo esta madrugada a un hospital dirigido por la organización humanitaria en Kunduz, en el norte de Afganistán, y cifró en 37 el de heridos.
Todos los fallecidos son miembros de su personal, al igual que 19 de los heridos, y las víctimas más graves fueron trasladadas a un hospital regional en Puli Khumri, situado a unas dos horas de distancia, indicó MSF en un comunicado.
La organización humanitaria reveló además que muchos pacientes y trabajadores de MSF se encuentran en “paradero desconocido”, por lo que el número de víctimas podría aumentar a medida que se vaya aclarando lo sucedido en el “horrible” bombardeo.
MSF condenó “en los términos más enérgicos” el ataque al hospital, que quedó “parcialmente destruido” y remarcó que habían dado las coordenadas específicas del centro sanitario a todas las partes en conflicto, incluidos los talibanes y las tropas afganas y estadounidenses.
“El bombardeo continuó durante más de 30 minutos después de que las autoridades militares estadounidenses y afganas fueran informadas en Kabul y Washington”, denunció la organización humanitaria.
El portavoz de las tropas estadounidenses en Afganistán, el coronel Brian Tribus, ha reconocido que un bombardeo de EEUU en Kunduz podía “haber producido daño colateral a una instalación médica cercana”, aunque no entró en detalles al añadir que el “incidente” está “bajo investigación”.
Sin embargo, el Gobierno afgano, a través de su Ministerio de Salud, confirmó horas después la autoría estadounidense en el bombardeo contra el hospital de MSF en Kunduz.
El lunes pasado, los talibanes tomaron Kunduz en un ataque que sacó a las autoridades de la ciudad, estratégica para las comunicaciones del norte del país, en la victoria más importante de los insurgentes desde que fueron sacados del poder en 2001.
Las tropas afganas declararon haber retomado la ciudad el pasado jueves en un contraataque que contó con apoyo aéreo de Estados Unidos, pero desde entonces continúa la batalla en la ciudad, donde aún los dos bandos se disputan los distintos sectores.
La OTAN, que como parte de la misión Apoyo Decidido cuenta con alrededor de 4.000 militares en tareas de asistencia y capacitación, también ha participado en la campaña en apoyo sobre el terreno a las tropas afganas.
Estados Unidos mantiene una misión de combate en el país con una dotación de 9.800 soldados que tiene previsto permanecer en Afganistán hasta final del año.