Sociedad responsable de delincuencia en República Dominicana


La delincuencia que se registra en toda República Dominicana manifestada en atracos, asaltos, robos, violaciones sexuales, asesinatos, entre otros reprobables hechos, es producto de la discriminación y el mal trato que la sociedad dispensa a los ciudadanos (adolescentes y jóvenes) que delinquen por primera vez.

Debido a esto, la delincuencia que ha tomado, sigue y seguirá tomando  ribetes alarmantes, solo podrá ser controlada o reducida a su más mínima expresión, cuando la sociedad dominicana, experimente un sustancial cambio en esta vertiente.

Cuando un adolescente o un joven influenciado por uno o más amigos comete por vez primera un acto delincuencial, es apresado y sometido a la          justicia, la que le impone la pena que manda la ley.  Este que nunca ha estado tras las rejas, se arrepiente y desea salir del calabozo para reintegrarse al seno de sus parientes y buscar un trabajo que le permita formar una pobre pero decente familia.

Pero desgraciadamente, cuando este se presenta a una empresa privada, pública o estatal a buscar un empleo, los ejecutivos y encargados de estas instituciones lo desprecian y le dicen: "Hey, tú aparece fichado como delincuente en la Policía y el Ministerio Público". Al escuchar esta expresión al adolescente o joven se le cae la moral, la cual le sería muy  difícil levantar.

Estos ciudadanos no pueden trabajar en ninguna parte por no poder obtener en la Policía Nacional o La Fiscalía un papel de buena conducta, porque fue fichado por primera vez por un hecho que pudo haber cometido, o no, y se le prefabricó un expediente acusatorio.

Como se siente rechazado por la Policía, la justicia, los dueños de empresas y encargados de instituciones públicas,  esos ciudadanos se ven obligados a seguir delinquiendo, aún en contra de su voluntad, para conseguir algo de dinero conque resolver parte de sus problemas económicos como ciudadanos al fin que son.

Estos adolescentes y jóvenes se manifiestan de la siguiente manera: "Salí de la cárcel tras cumplir mi condena con la intención de reivindicarme y ser útil a mi patria, pero lamentablemente la sociedad me rechaza porque fui condenado y aparezco fichado, por lo que me dedicaré de lleno a robar, atracar, asaltar y comerte otros hechos delictivos en contra de mi voluntad, debido a que soy rechazado por todos".

Mientras prevalezca esta actitud negativa de la sociedad  hacia este segmento de la población, ninguno de los mecanismos que empleen los gobiernos y las autoridades de turno para enfrentar a la delincuencia, tendrán resultados positivos por culpa de la mal llamada sociedad dominicana.

La delincuencia no es más grave aún porque miles y miles de jóvenes, incluyendo a los que han delinquido por primera vez, se han insertado a la actividad del motoconcho, la cual motoriza la economía en algunas grandes ciudades donde este opera.

Todavía los ciudadanos podemos  sentarnos en las marquesinas y frente de nuestras viviendas pasadas las seis de la tarde de cada día, pero se llegará el tiempo, que no está muy lejano, en que a esta horas nos encerraremos hasta el día siguiente,  para evitar ser atracados y asesinados ante los propios ojos de nuestros hijos.

La sociedad dominicana rechaza a estos muchachos que buscan trabajo para servirle a ella misma y sus familias, pero protege a los que se hacen millonarios a expensas de la explotación sexual, trabajo infantil, los corruptos, ladrones de corbatas y cuello blanco, narcotraficantes, estafadores, los que depredan impunemente el erario público ante la mirada indiferente de la autoridades, entre otros vándalos que se han apoderado de las riquezas del país y mantienen sumido en el hambre y la miseria a la mayoría de los dominicanos.

POR JUAN FRANCISCO MATOS.

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