OPINIÓN: Gestas patrióticas y revolucionarias
Según Víctor Grimaldi, el ex presidente Juan Bosch fue el inspirador y propulsor de la más bella gesta patriótica del pueblo dominicano en sus últimos 100 años. Sin lugar a dudas el señor Grimaldi se refiere a la Revolución del 24 de Abril de 1965 que estalló casi dos años después del derrocamiento de Bosch el 25 de septiembre de 1963. La sorpresiva revolución tuvo como estandarte el retorno de Bosch al poder. Por el contrario, ese propósito fue malogrado el 28 de abril por la intervención militar norteamericana. Aquí vemos como la gesta revolucionaria del 24 de Abril de 1965 se convierte en gesta patriótica cuatro días después consecuencia de la intervención militar norteamericana.
A principios de año el señor Grimaldi sugirió al Congreso que declarara por ley el 24 de Abril como Día de la Libertad, como es el 14 de Julio Fiesta Nacional en Francia por la Toma de la Bastilla. De igual manera cualquier dominicano puede sugerir al Congreso que declare el 14 de Junio cada año como "Día de la Libertad" o "Fiesta Nacional de la Libertad", en rechazo a dictaduras y dominios extranjeros que han deshonrado la Patria de Duarte, Sánchez y Mella. Hay que tener mucho cuidado con el protagonismo o exclusividad de ciertas gestas patrióticas y revolucionarias para no tergiversar la historia o confundirla con la política. Para evitar eso basta aplicar el "Pragmatismo" como categoría de investigación para la interpretación de acontecimientos históricos que pudieran revelar contradicciones.
Las gestas patrióticas o revolucionarias no la limitan los años y trascienden con el tiempo por lo que resaltar una determinada gesta por encima de otra constituye un error o egoísmo histórico, independientemente del calibre o significado de la gesta. Hay tipos de gestas patrióticas ejemplares, fuera de discusión, como aquellas que nos liberaron de Haití y consolidaron la República Dominicana como nación libre e independiente. Sin embargo hoy día el país está amenazado por una invasión pacífica ilegal haitiana que ha provocado la pérdida parcial de nuestra soberanía y nacionalidad...por culpa de nosotros mismos. Esa falta de patriotismo convierte la parcial invasión pacífica haitiana en el primer acontecimiento histórico contradictorio del siglo XXI, además de vergonzoso
De todo esto se deduce que una cosa son las gestas revolucionarias inherentes a las ideologías y el quehacer político, como los primeros cuatro días de la Revolución de Abril, y otra las gestas patrióticas que han enfrentado intervenciones, ocupaciones y dictadoras en suelo dominicano. Si tomamos en cuenta la frontera como factor determinante o pragmático, una eventual fusión de República Dominicana y Haití (si las cosas siguen como van) sería el segundo acontecimiento histórico contradictorio del siglo XXI que haría desaparecer la República Dominicana como nación, lo que es contrario a nuestra Constitución y al legado de los Padres de la Patria. Entonces yo me pregunto: Donde están los combatientes constitucionalistas patrióticos?
El profesor Juan Bosch gobernó durante siete meses la República Dominicana pero no completó su mandato de cuatro años, lo que impide juzgar el alcance de su gestión. Esto no es posible debido al golpe de Estado de 1963 orquestado por militares trujillistas que debieron ser separados de sus filas tan pronto Bosch tomó el poder, tal y como lo hizo el gobierno de Don Antonio Guzmán (1978-1982). Bosch debió hacer eso en 1963. De haberlo hecho no hubiera habido revolución ni intervención militar norteamericana como acontecimiento histórico contradictorio contrario a la Constitución, como fue la dictadura de Trujillo (1930-1961) y el desembarco Playa Caracoles en 1973 (Ref./Google: "Historia, Azar o Cisne Negro", "La frustración de un hombre" y "Golpe de Estado, Constitución y Reelección").
El presidente Bosch sabía lo del golpe de Estado pero ignoró la Constitución como factor determinante o pragmático a defender ante a todo aquello que la pusiera en riesgo, en este caso la amenaza de los militares trujillistas y compartes, quienes finalmente lo derrocaron. Esto explica el fracaso de la Revolución de Abril consecuencia de los militares trujillistas, por un lado, y la intervención militar norteamericana como acontecimiento histórico contradictorio, por el otro. El presente y futuros gobiernos podrían mirarse en el espejo de los acontecimientos históricos contradictorios para de una vez por todas poner fin a la invasión pacífica haitiana, de lo contrario serían culpables de la conversión de República Dominicana y Haití un solo país. Lo mismo aplica a unas Fuerzas Armadas dominicanas que hoy día no están moralmente a la altura de aquellas Fuerzas Armadas del Estado de la Era de Trujillo.
Los golpes de Estado son contrarios a la Constitución (si no es defendida) al igual que la violación de sus postulados que históricamente han sido vulnerados con fines continuistas. Y según quien gobierne, los pragmáticos postulados constitucionales se tornan débiles o fuertes ante cualquier amenaza que atente contra nuestra soberanía y nacionalidad. De reaparecer un golpe de Estado debido a la violación de la Constitución por causa de la reelección, si ésta no es permitida, o si se vulneran los postulados constitucionales que permitan la pérdida de nuestra soberanía y nacionalidad, entonces yo me pregunto: Quién es el violador de la Constitución y el traidor a la Patria? Una cosa es casarse con la gloria política (el poder) y la otra casarse con la gloria patriótica (soberanía y nacionalidad) que preserve la paz al pueblo dominicano.
En su artículo "Juan Bosch y el 24 de Abril de 1965" (Listín Diario. 3/1/2015) Víctor Grimaldi hace referencia a la conmemoración en el mes de abril de 2015 de los 50 años de esa gesta revolucionaria de cuatro días, y a la vez sugiere que el 24 de abril sea declarado Día de la Libertad. Sin embargo, en vez del 24 de Abril hubiera sido preferible la fecha del 14 de junio de 1959 que destaca el renacer de una auténtica gesta patriótica identificada con la libertad del pueblo dominicano. En este sentido dejo como tarea al lector la aplicación del Pragmatismo como factor determinante para la interpretación de gestas patrióticas o revolucionarias que pudieran revelar contradicciones. Es la forma de averiguar el tipo de gesta (o acontecimiento parecido) que merezca ser declarada Día de la Libertad o Fiesta Nacional de la Libertad.
De ser el 14 de Junio de 1959 sería en honor a la Raza Inmortal o verdaderos patriotas que se inmolaron para combatir a Trujillo en su propio terreno, que aunque fueron derrotados y luego asesinados dejaron prendida la llama de la libertad. Sería un honor tener esa fecha en el calendario en aras de la libertad, soberanía y nacionalidad conquistadas después de 22 años de ocupación haitiana (1822-1844). Pero más que todo esa gesta como otro auténtico legado patriótico gracias al coraje de la Raza Inmortal de dominicanos y extranjeros. Gestas patrióticas como esa, incluyendo la Restauración, son fechas a tener en cuenta por ser contrarias a la esclavitud, ocupaciones, intervenciones y dictaduras que han partido el corazón de la República Dominicana desde su fundación en 1844 hasta la fecha.
Hemos abordado algunos parámetros tangibles e intangibles del Pragmatismo a ser tomados en cuenta a la hora de definir la importancia de gestas patrióticas o revolucionarias y la diferencia entre ambas, para ver si encajan dentro de las efemérides patrias o el calendario. Para reforzar más este debate también se puede aplicar el "Común Denominador" como herramienta de investigación para la interpretación sectorial de la historia, en este caso tomando en cuenta el protagonismo de los gobiernos del PRD, PRSC y PLD según los escenarios que se quieran investigar. Tanto el Pragmatismo como el Común Denominados son vías para no confundir la historia con la política, o para que el quehacer político no tergiverse la historia, y así evitar que ésta se convierta en "conversatorio de loros", como así es.
Por Luis Eduardo Díaz Franjul