LOS COMPAÑERITOS‏


Al principio de la década de los 70's llego a la remota comunidad de Cachón , Barahona un distinguido profesor español, el cual al ver la miseria y analfabetismo de dicha comunidad decidio dejar su paseo por el mundo y establecerse allí, entre campesinos, unos pocos  Haitianos y gente muy necesitada de aprender lo que el poseía. Leer, escribir, pensar en fin.

  Con la ayuda de sus "pequeños burgueses" como les decía de cariño, construyo la primera escuela en esa comunidad, el esfuerzo del pueblo en esos tres años de trabajo el se los pago con su sabiduría, los enseño a ser decentes, a tener modales, la escuela la pinto de blanco pues según el era el color mas puro en el espectro de colores.

  Con el tiempo la escuela parió sus propios profesores, y el paso a ser director, ya no enseñaba, solo asistía a reuniones y conferencias.

  Un día cualquiera abrió los ojos pero ya era tarde, su escuela ya no era blanca, estaba curtida y mugrienta, los profesores se acostaban con las adolescentes, había ron, prostitucion y hasta mariguana.

  Su edén se había convertido en Sodoma Y Gomorra, así que el como en las sagradas escrituras dio la vuelta y jamás miro hacia atrás, camino por los valles de San Juan, venció la cordillera central y cuando bajo de ella con los zapatos rotos y gastados, con sus pies ensangrentados, allí a la orilla de un río sucumbió al cansancio, la amargura y la decepción.

  Al despertar con la cabeza y el estomago vacío se dio cuenta que no estaba a la orilla de ese río, estaba en un bohío, acostado en un catre desde donde confundía la leve luz de la jumiadora con el amanecer.

  De repente un señor blanco de ojos azules entro a la habiatacion , era un campesino pero con un acento extraño, este hablaba con la "I" no como los que había abandonado los cuales ametrallaban la "R". Este le explico que lo había recogido moribundo, que llevaba dos días inconciente, que casi muere de una fiebre, pero que su mujer lo atendió hasta regresarlo al mundo de los vivos.

  La curiosidad le mataba, pues no entendía donde estaba, aquellos niños de cachón eran de tez oscura y un tanto ordinaria, estos eran blancos como el, le recordaba a su pequeño pueblo en España, era llano y  de temperatura agradable.

  Había llegado a La Vega, según le explicaron, también le dijeron que allí solo vivia de la ganadería, por eso querían aprender a sembrar la tierra, pero no de frutas sino de algún vegetal del consumo diario, algo que diera mas beneficios que el mango y menos lucha que el limón.
  Después de mucho pensar digo:  sembraremos Berenjenas!

    Fueron tan buenas las enseñanzas del profesor que la vega se convirtió en la provincial morada, y con los años el país entero le siguió los pasos, desde el aire y por las calles todo era morado, el la televisión igual, en la radio solo se hablaban de estas berenjenas, en el país se comía berenjenas de desayuno, comida y cena.

  No se dieron cuenta los ex-campesinos, ahora terratenientes que todo en exceso empalaga, que la gente empezó a aborrecer la berenjena, que la empezaron a odiar y sobre todo que empezaron a buscar su reemplazo en la mesa.
   Los nuevos Tutumpotes estaban borrachos de poder, ya ni ellos ni sus hijos pisaban el campo, no le hablaban a los campesinos ni a sus esclavos Haitianos, habían aprendido a hablar ingles y le cojieron el gustico a los aviones, solo cada cierto tiempo, cuando les convenía se recordaban del profesor español ya fallecido.

  Uno de esos días de ayante uno de sus alumnos preferidos de aquella escuelita blanca fue a su tumba solo para quedar sorprendido con lo que decía su lapida: El Profesor, muerte natural 1909-2001, muerto de la vergüenza 1996-?

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Cualquier similitud es producto de su imaginacion.
 
POR CARLOS J. DIAZ GOMEZ
 
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