La moral y la participación de los jóvenes en la política
EN SANTO DOMINGO: En nuestros días vemos como un gran número de jóvenes incursionan en la política y en la carrera de ciencias políticas y comunicación, algo que es sumamente bueno para nuestra sociedad que los jóvenes despierten un interés en solucionar los problemas que aquejan a nuestra nación.
Vemos la participación activa de jóvenes aspirando a cargos congresuales y municipales, otros en la logística de los partidos coordinando movimientos de apoyo a esos candidatos algo que, desde mi punto de vista como joven y estudiante, elogio como una buena acción de parte de la juventud interesada en forjar su liderazgo y hacerse escuchar. Así como también, aportar nuevas ideas en el congreso como en los ayuntamientos para tratar de buscar solución a las posibles problemáticas que aquejan nuestra nación.
El punto negativo (o como en otras palabras diría, la parte inmoral) es la traición que hemos podido percibir estos últimos días de parte de coordinadores de movimientos de jóvenes que parece que desde el seno de sus hogares no les enseñaron el significado de las palabras lealtad, integridad, vergüenza; estos coordinadores juraron ser fiel a esos candidatos en las buenas y en las malas, a cambio estos eran premiados con dádivas. Además de hacer presencia en actos públicos y vociferar palabras feroces en contra de los candidatos contrarios y llevando muchas veces las críticas de un plano político a un plano personal incurriendo al irrespeto haciendo repeticiones constantemente de las siguientes palabras: "Si Fulanito va yo de ninguna manera le daré mi apoyo. Mi apoyo es 'incondicional' para usted".
Todos sabemos que la traición viene de tiempos bíblicos y vemos el ejemplo de Judas Iscariote, discípulo de Jesucristo, el cual lo traicionó vendiéndolo por varias monedas de oro. Algo similar a lo que vemos comparándolo con la mala actuación de estos jóvenes que ante los ojos del pueblo son figuras públicas y descaradamente traicionan a quien le brindo la mano por dos monedas de oro, semejándose a lo que una vez le hizo judas a Jesucristo. Siempre en todos los planos hay manzanas podridas que de manera indirecta nos afectan a todos.
Por: Xavier L. Delima Feliz #SomosJOBAL