El viacrucis de La Montería, una comunidad esforzada, víctima del abandono
La Montería, una comunidad banileja, ubicada al norte del municipio, hace esfuerzos, con el apoyo de sus habitantes, por resolver los problemas más acuciantes que les aquejan, pero no encuentran el respaldo necesario de quienes están obligados a solucionar sus males.
Un ejemplo de ello es la necesidad de un cuartel policial para que haga frente a la delincuencia que arropa a esa comunidad.
Con el trabajo mancomunado de su gente y el apoyo de empresarios amigos, levantaron la estructura, que otro debió hacer, para que esta obra fuera una realidad, pero llevan largo tiempo esperando que la Policía Nacional tome el control de la instalación y comience a operar el mismo.
Rodolfo Villar es el coordinador de la obra y presidente de la Asociación Agrícola "Miguel Ángel Pérez".
Hubo otra persona, Santo (Bombón) Pérez, quien realizó ingentes esfuerzos para que se llegará a la terminación de este proyecto. Hace meses que murió sin ver realizado su sueño.
Cabe destacar que la construcción que no ha sido pintada porque la propia policía alega que son ellos los facultados a hacerlo y que deben llenar los requisitos de traspaso del terreno para ser asentado como patrimonio de la institución y sin embargo en casi un año nada se ha hecho
La General de Brigada, Juana Campusano, ha comandado en tres ocasiones, incluyendo ahora, la dirección general de la policía y no ha logrado culminar el cuartel.
Cabe destacar que la comunidad cuenta con los escritorios, archivos y hasta una motocicleta para el patrullaje, pero no se percibe la motivación de las autoridades.
Mientras tanto la delincuencia sigue su agitado curso.
Una muestra de ello es que la comunidad está construyendo un pozo comunitario en el paraje Sabana Indio y luego de soterrar las tuberías desaprensivos arrancaron 22 tubos y no dejaron rastros
El proyecto del pozo, con su caseta y reservorio ya está terminado y estaban a la espera de una temporada de lluvia para que creciera el caudal e inaugurarlo y miren lo que pasó.
Esos tubos corresponden a un proyecto de desarrollo comunitario para irrigar unas 600 tareas de tierra para favorecer unas 44 familias del paraje Sabana Indio.
La comunidad cuenta con los tubos para reponerlos, pero ante la posibilidad de que los ladrones retornen nuevamente están tratando de hacer un trabajo con mayores niveles de seguridad colocando dichas tuberías de forma más profunda y revestida de cemento.
¿No parece que una comunidad que trabaja de forma mancomunada y que cansada de esperar que vayan a resolverle sus problemas, toma tan loables iniciativas, debería tener la colaboración amplia y decidida de todas sus autoridades?
Muchos delincuentes obtienen protección en diferentes niveles, depredadores logran que se hagan de la vista gorda ante sus desmanes, locales ruidosos consiguen apadrinamiento y un largo etcétera de como los valores están invertidos.
¿Y a estos hombres y mujeres esforzados de La Montería, por qué, por qué los dejan solos?.
Por Miguel A. Guerrero