China hizo una demostración de fuerza en la conmemoración de la Segunda Guerra Mundial‏

                                                           (Foto de los  misiles "Asesinos de Portaviones")

Pekín aprovechó la fecha del final del conflicto para exhibir por primera vez los misiles 21D "asesinos de portaaviones" en un desfile militar. Los cohetes podrían cambiar las relaciones de poder en el océano Pacífico

Una decena de los nuevos misiles balísticos del Ejército chino, los DF-21D, llamados "asesinos de portaaviones", fueron presentados este jueves en Pekín en el imponente desfile militar conmemorativo del 70º aniversario de la capitulación japonesa, según imágenes de la televisión estatal.

Este proyectil desplegado en la plaza Tiananmen suscita estos últimos años muchas especulaciones en los medios militares acerca de su capacidad para modificar la relación de fuerzas en el océano Pacífico, coto tradicional de la 7ª Flota estadounidense.

Montados en sus enormes camiones portadores de 12 ruedas, los DF-21 D (por "Dongfeng", "Viento del este") se presentaban como unos cohetes de una decena de metros y uno de diámetro.
AFP

La prensa oficial china había indicado que ésta sería la primera vez que se expondrían en público.

Su alcance exacto sigue siendo vago, los expertos militares occidentales lo estiman entre 900 y 1.000 km.

Estos misiles salen de la atmósfera antes de regresar a tal velocidad que los hace prácticamente invulnerables

Balísticos, estos misiles salen de la atmósfera antes de regresar a tal velocidad -cerca de 3.500 km/h- que los hace prácticamente invulnerables ante las defensas antiaéreas clásicas.

Según los expertos militares, si fabricación por China es una de las mayores preocupaciones del Estado Mayor estadounidense, sobre para la flota del Pacífico.

Pekín muestra abiertamente sus nuevas ambiciones de potencia marítima, sobre todo en el mar de China del Sur, escenario de rivalidades territoriales con sus vecinos, a menudo aliados de Estados Unidos.

"China es de nuevo un gran país"

El presidente Xi Jinping saludó la victoria de 1945 contra Japón, que permitió que "China volviera ser un gran país en el mundo", al dar inicio a las ceremonias conmemorativas con un imponente desfile militar.

"La victoria de la guerra antijaponesa convirtió de nuevo a China en un gran país en el mundo", declaró el presidente chino en la plaza Tiananmen antes de anunciar una reducción de los efectivos del Ejército Popular de Liberación (EPL), el mayor del mundo, en el 70º aniversario de la capitulación japonesa.

"China no buscará jamás la hegemonía, como tampoco buscará extenderse. Nunca impondrá sufrimientos trágicos a otras naciones", aseguró el presidente Xi antes de pasar revista a las tropas chinas, de pie en una limusina en la avenida de la Paz Celeste

"Anuncio aquí que China reducirá sus efectivos militares en 300.000" hombres, declaró Xi Jinping, que se expresaba desde lo alto de la Puerta de la Paz Celeste, desde donde Mao Tse-tung proclamó el nacimiento de China Popular el 1 de octubre de 1949.

El presidente Xi Jinping es el comandante jefe del Ejército en su calidad de presidente de la Comisión Militar Central del Partido Comunista chino (PCC), el órgano dirigente del Ejército Popular de Liberación (EPL).

Compuesto hoy en día por 2,3 millones de hombres, el EPL ha sufrido importante reducciones de efectivos en el pasado, sobre todo bajo la presidencia de Jiang Zemin, a cambio de su modernización y un considerable aumento de su presupuesto.

Unos 12.000 soldados y 500 vehículos iniciaron acto seguido el desfile, sobrevolados por cerca de 200 aviones y helicópteros, símbolos de la fuerza creciente de China en la escena internacional.

Los principales dirigentes de las democracias occidentales, sobre todo el presidente estadounidense Barack Obama o la canciller alemana Angela Merkel, declinaron la invitación, como el primer ministro Shinzo Abe, iniciador de una revisión de la política pacifista de Japón que tanto irrita a Pekín.

Bajo la dirección de Xi Jinping, China se aleja de la llamada política de "perfil bajo" preconizada por Deng Xiaoping, sucesor de Mao Tse-tung, y busca afirmarse reforzando y modernizando sus Fuerzas Armadas, aun a costa de fricciones con sus vecinos del mar de China oriental y meridional.

Un experto de China en la universidad Yonsei de Seúl, John Delury, explicó a la agencia de noticias AFP que la participación limitada de dirigentes extranjeros en las celebraciones chinas se debe a que son "un acontecimiento muy militarista y nacionalista".

"A través de Asia y ciertamente en Estados Unidos, se dan todo tipo de inquietudes sobre el aspecto 'poder duro' del auge de China", declaró./Facebook/.


Con tecnología de Blogger.