Presa de Sabana Yegua y Región Enriquillo…‏


Con la construcción de la presa de Sabana Yegua a un costo de 80 millones de dólares, recursos internos del país, empezada  por la parte del gobierno Balagurista, en sus cruentos 12 años y terminada por el gobierno del cambio sin violencia presidido por don Silvestre Antonio Guzmán Fernández, empezó su uso con las aguas del poderoso y destructor huracán David el 31 de octubre del 1979, el cual precipitó su llenado sin concluir exactamente su construcción, fue concebida para un riego de más de 600 mil  tareas  de  tierras que cambiaron totalmente el rostro famélico de la mayor parte de esa población, adicionadas unos 16 KW de energía eléctrica verdaderamente limpias. Con sus 8 ò más  metros cúbicos por segundo despachados hacia sus terrenos en sus momentos casi desérticos vio Azua cambiar su producción y productividad en giro de 360 grados y abundancia de aguas que hasta dañó en su momento,  al subir en zonas inmensas  su nivel freático.

Sabana Yegua, presa, alimentada fundamentalmente por el río Yaque del sur y río  Las Cuevas, el primero, principal, de gran consistencia y caudales, nacido junto a su mellizo el Yaque del norte, en la loma La Rusilla a 3000 metros sobre el nivel del mar, al norte de San Juan de la Maguana desemboca originalmente en sus 141 kilómetros de recorrido en la Bahía de Neiba por  Habanero, más su conexión adicional que constituye, ò constituía el Aliviadero de Canoa, posee una cuenca total de 4, 829.38 kilómetros cuadrados. La presa, siguiendo el relato posee una capacidad máxima de 354.2 millones de metros cúbicos, más los que se adicionan con las últimas modificaciones de la misma, menos las sedimentaciones acumuladas, con unos 334.7 millones de metros cúbicos utilizables, con un volumen muerto o no utilizable del orden de los 19.5 millones de metros cúbicos, tiene una cota máxima del orden de los 406.10 metros sobre el nivel medio del mar, mas la modificación,  con una capacidad de vertido del orden de los 7,000 metros cúbicos por segundo, los cuales contribuyeron a que en la famosa imprevisión del 22-9-1998, que  llevó a Tamayo y demás poblados un caudal del orden de los 10,300metros cúbicos por segundo recibió una modificación en su acumulación de aguas con las lluvias de la tormenta Erika de 2,400,000 metros cúbicos, es decir, 2.4 millones cuando subió 0.57 metros de altura, algo más de medio metro, a contar del pasado viernes 28-8-15 al sábado 29-8-15, nueve de la mañana, de una cota de 364.75 metros a 365.32 metros, según el ingeniero Lluveres Vizcaíno, lo que nos indica que la presa, de acuerdo con la actualidad de los datos ofrecidos, está a mas de 40.78 metros de altura por desear.

El Yaque del sur y sus afluentes, a pesar de las carencias actuales puede dar más y ese  más lo constituye la presa de Monte grande, que como embalse o contra embalse, viene a ser una alcancía de aguas para una región que puede vivir una revolución económica y social como la descrita en Azua de Compostela, irrigando las  cerca de 350 mil naturales más las cerca de 175 mil que alcanzarían las aguas represadas, constituyéndose la misma en un seguro contra sequias y contra inundaciones, es doloroso conocer que mientras  la presa de sabana Yegua sube 2.4 millones de metros cúbicos,  en 0.57 metros, el lago Enriquillo produjo un saldo a favor de la evaporación en  una cifra del orden de  los  1,000,000,000 de metros cúbicos, mil millones de metros cúbicos  en el tiempo comprendido entre el 30 de diciembre 2013 al 21 de agosto 2015, tiempo en el cual el lago Enriquillo bajó de nivel 233 centímetros, asumimos para el cálculo 400 kilómetros cuadrados de espejo de aguas del mismo,  lo que nos indica que para en  el lago haberse evaporado cifras como esas, ha habido entradas enormes de aguas dulces al lago, justificándose una vez más la construcción de sistemas de acumulación masiva de aguas, demostrado, que si bien hemos tenido grandes carencias de lluvias, mayores han sido las imprevisiones administrativas.

POR JOSÉ ANTONIO MATOS PEÑA
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