Por un Barahona mejor‏

Nosotros, que duramos muchísimo tiempo sin participar de manera activa en política, hemos recibido una gran decepción, al ver las zancadillas y traspiés que dan nuestros políticos, perdón, politiqueros.

 Hoy no se puede hablar de principios. Eso es una palabra extraña, que sólo existe en la declaración filosófica de los partidos. No se habla de moral política; porque hay que dejar espacio a la prostitución política. No se habla de transparencia, porque no hay que rendirle cuentas a nadie, ya que los recursos del pueblo hay que manejarlos al antojo del que los administra.

¡Pero somos felices! Nos siguen dando pan y circo, y nos mantienen alienados.

 Nos pintan villas y castillos, nos ofrecen la llegada de la panacea, y nosotros volvemos y nos dejamos engañar, como dice el pueblo.

 Vemos como se hacen pactos y acuerdos donde no se toman en cuenta, ni las líneas programáticas de los partidos, pero mucho menos a su militancia, la cual la venden, como si fueran ganados de cualquier tipo de animales; aunque pienso, que más bien los tratan como si fuesen una jauría.

 Estamos en el preciso momento, en el que nuestro valor se incrementa, estamos en la época de los saludos, abrazos, besos y sobre todo las dádivas. Ahora es que debemos cotizarnos caro, este es el preciso momento en que ellos se dan cuenta que todos tenemos el mismo valor; pero nos quieren comprar a precio de vaca muerta, enrostrándonos en nuestra propia cara, todo el desprecio que sienten por los que han usado para amasar fortunas, con los recursos del estado, los cuales deben ir a los más necesitados en bienes y servicios.

 Qué vergüenza, ver a políticos, que hace poco tiempo hablaban de principios y moral; pero han pasado a formar parte de lo que antes criticaban. Llegan a decir que era la única forma de llegar a ser gobierno.

“Eso llora ante la presencia de Dios”.

Es que nuestros políticos (politiqueros), han perdido el norte, su razón de ser. Es que nunca entendieron que hay que llegar al estado con principios claros y definidos. Es que nunca entendieron la política como una vocación de servicio, no de servirse.

 Me imagino que nunca les dijeron, al formar parte de un partido, que la política es la búsqueda del bien común.

 Al observar el tenebroso panorama político dominicano, siento mucho pesar por la situación que atraviesan los más vulnerables. Basta visitar los barrios periféricos de Barahona; pero más cerca aún, visitar los centros de salud públicos, el mercado público de Barahona, entre otros lugares ¡Qué pena!

 Pero los barahoneros y barahoneras, no podemos perder la fe y la esperanza, debemos luchar por un cambio autentico, que transforme a Barahona, para  que volvamos a sentir el orgullo, que siempre nos caracterizó, ser barahonero.

 Necesitamos un cabildo al servicio del pueblo, un alcalde que se confunda con su pueblo en todas las actividades y demandas que su pueblo haga.

 En estos días pudimos observar como el alcalde de Nizao, se lanzó a las calles con su pueblo a protestar contra las granceras que están deteriorando la vida útil del Río Nizao. Esto es lo que tiene que hacer un síndico que el pueblo ha elegido para que lo represente.

 Compueblanos, Barahona tiene que saber elegir muy bien. Nos están presentando múltiples caras, personas que han pasado el tiempo montados en el palo: pero no se ha visto el trabajo que se ha debido hacer.

 Nos queda una única carta. Tenemos que hilar muy fino, nos van a regalar, a ofrecer y hasta chantajear. El futuro de Barahona está en nuestras manos, a la hora de votar piensa en tus hijos y nietos; cuál es el Barahona que deseamos para ellos.

 El Dr. Praede Olivero Féliz, junto a la Alianza por el Rescate de Barahona, es la esperanza.

 No importa a cuál partido pertenezcas, piensa en tu Barahona querida.