Reciclaje es modo de vida de mujer con discapacidad
EN SANTIAGO: Una carreta rudimentaria sirve como transporte y medio de vida para María Margarita de la Rocha, resiente en el barrio La Paz del sector La Otra Banda.
De la Rocha nació con problemas de deformación de sus piernas que le impiden caminar con normalidad.
Sin embargo, a sus 55 años de edad, esas dificultades físico motoras no han servido ni de obstáculo ni como limitación para buscar una forma de ganarse el sustento diario, recolectando material reciclable como plástico.
De la Rocha nació con problemas de deformación de sus piernas que le impiden caminar con normalidad.
Sin embargo, a sus 55 años de edad, esas dificultades físico motoras no han servido ni de obstáculo ni como limitación para buscar una forma de ganarse el sustento diario, recolectando material reciclable como plástico.
Tras solicitar la ayuda, narra a el Caribe que logró que una institución construyera una rudimentaria carreta de madera. Por sus limitaciones en sus piernas decidieron colocar los pedales en el timón para que pueda ejecutarla con sus manos.
Aunque es poco lo que logra recolectar, pues debe lanzarse a las calles a enfrentarse al peligro de ser arrollada por motores o vehículos y las dificultades que tiene para luego recoger las botellas plásticas, al menos logra sobrevivir.
“Lo que estoy haciendo es demostrar que se puede si se quiere trabajar, yo tengo un hijo ya adulto, pero tengo muchas necesidades y necesito tener con que comer”, refiere al hablar con este reportero.
María Margarita de la Rocha a pesar de sus limitaciones y la pobreza económica siempre tiene una sonrisa a flor de piel.
Sus vecinos la definen como una mujer trabajadora y afable que representa un ejemplo para la barriada.
De la Rocha dijo que hasta el momento solo ha recibido la ayuda del Patronato de Rehabilitación que colaboró con el carrito construido para la recolección de los materiales.
“Como no puedo moverme, ya me duelen las manos y los brazos de pedalear, también la espalda porque debo bajarme y recogerla con mis manos para colocar los plásticos en la caja que sirve para almacenar”, agrega de la Rocha.
Aunque no ha solicitado ayuda a ninguna institución estatal, maría Margarita no rechaza cualquier colaboración que le permita otra forma de sustento sin tener que exponerse al peligro de ser arrollada por un vehículo. /El Caribe/.