OPINIÓN: Juguemos a ganar!‏


Cuando de un momento a otro una persona que tú veías como una más en tu diario vivir empieza a posicionarse en un lugar mejor, las cosas en tu mundo cambian.

Quizás nunca pensaste en esa persona así, por la apariencia física, por su estilo de vida, por lo que parece ser o por cualquier otra razón. Pero lo cierto es, que cuando el amor llega no te pide permiso. Entra en tu corazón como dueño de casa y se lo entrega a esa persona sin siquiera preguntarte.

Es linda, hermosa, la emoción de cuando alguien te empieza a gustar. Cada mirada, sonrisa, roce, provocan en los cuerpos una explosión  de sensaciones riquísimas. Dejándote deseando más. Te sientes preocupado de que el comienzo pase muy rápido y no disfrutes lo suficiente de esa etapa tan maravillosa en toda relación. Es confuso, realmente. En ese punto quieres avanzar, pasar al siguiente nivel, en especial cuando eres inexperto pero ya luego miras atrás y dices ¡wow! qué tiempos aquellos. Hay que disfrutar cada parada del viaje. Es parte del trayecto.

Y es que la persona que tú menos te imaginas, esa, con la que compartiste en una ocasión, la que viste en una fiesta o la que te encontraste en el supermercado. A ti nunca se te ocurrió, pero la vida es así de impredecible y es eso justo lo que la hace tan divertida.

Entonces ahí estás tú, con la indecisión entre los sentimientos que están aflorando en ti hacia el o ella y lo que "deberías" hacer, lo que se supone es correcto. No sabes si intentarlo con esa persona que nunca antes había interrumpido tus pensares pero que ahora no puede salir de tu cabeza. ¿Te engaña tu corazón? ¿Es real? Sólo tú lo sabes y aunque te parezca extremo complicado es únicamente tu responsabilidad descifrarlo ya que, al fin y al cabo, tú eres lo más importante. Tu bienestar y tu felicidad lo valen todo.

Es lindo cuando ese sentimiento tan grande te agarra desprevenido/a porque es enamorarse un motivo de alegría sin importar de quien sea. Algunas personas se amargan al finalizar una relación, se deprimen porque sólo ven la situación que los rodea, pero si levantaran la cabeza podrían ver que una historia que termina es la oportunidad para muchos comienzos.

Recuerda, quien no se arriesga no gana. No pierdes nada con intentarlo, podría ser una muy linda historia para contar dentro de unos años. Al final de la jornada es mucho mejor decir: "me acuerdo... a me hubiese gustado..."

POR DORIS CUELLO
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