El PLD, democracia y reglas de juego
Ninguna democracia es posible sólo sobre las bases de la buena intención, la buena voluntad, sonoras y sublimes teorías políticas. Sin la construcción de una cultura de respeto a normas y reglas que regulen las relaciones y las necesidades entre los que de forma libre y voluntaria han decidido someterse a ellas, es posible lograr una organización o comunidad política en la que unos, no vivan de engañar y chantajear a los otros con avasallamientos y autoritarismos.
Don Juan, siempre postuló como el valor moral negativo más detestable en un político, la falta de transparencia y ser tramposo. De Balaguer siempre señaló ser un tramposo, razón por lo que, lo del frente patriótico no resiste el examen de ningún razonamiento elemental de que en el acto y su participación en el mismo fuese un acto consciente y voluntario. Dada la actitud y posición de un hombre que frente a un golpe de Estado en el que se le despojaba en 1963 del poder, dijo de forma categórica “: Ni vivo ni muerto, podrán cambiar nuestra conducta y forma de pensar”. Pero estas castañas hay que dejarlas en el horno de la historia para otros momentos, y permitir que un día un alma atormentada por el silencio judaico y cómplice, haga catarsis y desvele a la nación las verdades de la peor hora del liderazgo más puro que tuvo el pueblo dominicano en el siglo 20.
Don Juan, siempre postuló como el valor moral negativo más detestable en un político, la falta de transparencia y ser tramposo. De Balaguer siempre señaló ser un tramposo, razón por lo que, lo del frente patriótico no resiste el examen de ningún razonamiento elemental de que en el acto y su participación en el mismo fuese un acto consciente y voluntario. Dada la actitud y posición de un hombre que frente a un golpe de Estado en el que se le despojaba en 1963 del poder, dijo de forma categórica “: Ni vivo ni muerto, podrán cambiar nuestra conducta y forma de pensar”. Pero estas castañas hay que dejarlas en el horno de la historia para otros momentos, y permitir que un día un alma atormentada por el silencio judaico y cómplice, haga catarsis y desvele a la nación las verdades de la peor hora del liderazgo más puro que tuvo el pueblo dominicano en el siglo 20.
El pasado viernes 17 y sábado 18 del mes en curso, se reunieron en el mismo orden el Comité Político y el Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana, este ritual, en la tradición peledeísta era una rutina estatutaria, que hoy se establece en su artículo 43, para conocer sin traumas ni dificultades las candidaturas congresuales y municipales, que eran objeto de votación en el congreso elector y, presentar las candidaturas nacionales al mismo, esta vez en la nueva normativa de primarias. Este viernes y sábado pasado, no hubo, como tenía que ser aprobación, ni proclamación de candidatura de Danilo Medina, como previamente a estos encuentros habían declarado miembros del comité central y miembros de la Comisión electoral de forma indelicada y tendenciosa que sucedería.
Los estatutos establecen que el comité central debe completar de su matrícula, los cuatro miembros que se le reservan como sucedió, de haber acontecido según la intención y la lógica de los reeleccionistas, proclamar a Danilo, de haberse consumado su deseo hegemónico, esta forma y manera, hubiese sido una vulneración de derechos reservados a todos por igual en el artículo que norma y regula la escogencia de candidaturas para las elecciones nacionales de mayo 2016, que cito:
ARTÍCULO 43: Los candidatos o candidatas del Partido para las elecciones nacionales, congresuales y municipales se escogerán mediante primarias internas, conforme al reglamento dictado al efecto. Las elecciones primarias serán dirigidas por una Comisión Nacional Electoral, integrada por un Coordinador o Coordinadora escogido(a) por el Comité Político de entre sus miembros, los titulares de la Secretaría de Organización y Asuntos Electorales y cuatro (4) miembros del Comité Central elegidos por este organismo.
El lector y buen observador, puede estimar y verificar sin mucho esfuerzo, que el artículo precedente de los estatutos del Partido de la Liberación Dominicana: en la argumentación, métodos, juicios, procedimientos e indicación de su texto para la escogencia de candidaturas; no incluye como fórmula el populómetro de Rafael Alburquerque, y los pactos entre dirigentes Danilo-Leonel como vías de selección electoral. Según la norma peledeista los seleccionados de forma democrática en las primarias son proclamados en acto posterior por el Comité Central, es decir, el Comité Central no los escoge, los proclama.
No se puede ignorar que dado el control mecánico sobre la voluntad de organismos de dirección, Comité político y comité central, cuya independencia individual de sus miembros es razón sine qua non para actuar con plena libertad en sus decisiones ; ha sido articulada su postración de forma conveniente por el poder intimidatorio del danilismo-reelección, como forma de apabullar, cumpliendo someramente de forma simulada con la simplicidad ritual de las normas y reglas de juego, para guardar de esta manera las formas y las apariencias chantajistas manipuladoras de un grupo que actúa con el menor escrúpulo para alcanzar sus objetivos.
De cara a las primarias, la dirección política del PLD ha asumido los procedimientos que acuerdan los estatutos, por presión y temor a una rebelión partidaria; pero, han violado de forma rampante lo esencial de las normas y reglas con la imposición de un candidato único. Anulando con ello, el derecho en igualdad de condiciones a disputar los procesos institucionales interno de la universalidad de la membrecía, sea este de la naturaleza que sea.
El conjunto de circunstancias políticas, desde la reforma constitucional-reelección hasta la celebración de este IX Congreso, Gladis Gutiérrez y conformar una comisión de nueve (9) miembros se violenta lo que se establece por estatuto, que es de siete (7), toda esta forma anti democrática ha hecho del PLD una laguna electoral pavorosa, de cuyas entrañas ha emergido un monstruo reeleccionista con vocación política absolutista que usa a su antojo todo el poder del Estado para aplastar, avasallar, comprar y desacreditar.
La visión del Gran Maestro de la Democracia Dominicana, Juan Bosch, fue construir un instrumento político que sea modelo de democracia, organización, método y ejercicio ético, fundamentado en la solidaridad y el respeto absoluto a los derechos de las personas, donde las reglas y las normas sean de imperativo y sagrado cumplimiento.
PO JUAN TOMÁS OLIVERO.