Vándalos destruyen impunemente los asientos del estadio Nadin J. Hazoury en Barahona
(Foto: Héctor Cuello).
EN BARAHONA, (República Dominicana): Desaprensivos se están dando a la reprobable tarea de destruir los asientos de las gradas del remozado y reinaugurado estadio de béisbol Nadin J. Hazoury, ubicado en el barrio 30 de Mayo de esta ciudad, el cual carece de vigilancia diurna y nocturna, según denuncias del reconocido munícipe y comunicador, Héctor Cuello (Rafaelín).
EN BARAHONA, (República Dominicana): Desaprensivos se están dando a la reprobable tarea de destruir los asientos de las gradas del remozado y reinaugurado estadio de béisbol Nadin J. Hazoury, ubicado en el barrio 30 de Mayo de esta ciudad, el cual carece de vigilancia diurna y nocturna, según denuncias del reconocido munícipe y comunicador, Héctor Cuello (Rafaelín).
Indignado por está vandálica acción, Cuello demanda de las autoridades de Deportes disponer vigilancia en el lugar, a fin de evitar que esta instalación deportiva que estuvo abandonada por más de 25 años sigua siendo destruida.
“Las partes filosas de los bancos destruidos constituyen un peligro para las personas que acuden al play a presenciar los juegos de pelota, ya que alguien puede resbalar y caer sobre ellas", comentó, comentó indignado Cuello, quien fue uno de los ciudadanos que se fajó como un toro para lograr que el estadio en cuestión fuera remozado.
Al actual administrador del estadio, el expelotero Oscar le duele y molesta la situación del Nadin J. Hazoury, pero lamentablemente no puede hacer nada, debido a que está de mano atada por no tener respaldo de los funcionarios de Deportes y las autoridades del gobierno en esta ciudad.
Para Cuello solo en un pueblo como Barahona se ven acciones de este tipo, las que atribuyó a la pobre educación de la gente, la apatía de los funcionarios de Deportes y a la irresponsabilidad de las autoridades que no velan por el cuidado de las inversiones del gobierno que representan, ni por el patrimonio del pueblo.
Lamentó que Oscar Matos no pueda hacer nada en favor del estadio Nadin J. Hazoury por la falta de recursos económicos, donde en las competencias de béisbol que desarrollan con regularidad equipos de todo el sur y otras zonas del país, nunca hay un servicio policíaco ni militar que vele por el orden público.
"Durante los partidos de pelota no se ve un guardia ni un policía, pero no es raro usted ver por las calles a cualquier bergante con agentes policiales y militares de guardaespaldas, cosa que da pena y vergüenza", dijo Héctor Cuello.
Por su parte, deportistas locales solicitaron al presidente Danilo Medina que instruya a las autoridades deportivas para que al menos establezcan vigilancia nocturna y den mantenimiento al estadio en cuestión, a fin de evitar que vuelva a caer en el estado de abandono en que se encontraba desde hacía muchos años.
"Solo en Barahona un estadio que fue remozado y reinaugurado a base de sacrificio puede estar en estas condiciones. Miren los asientos destruidos y digan si eso no es un crimen y un abuso en cualquier pueblo o país del mundo. En Barahona eso pasa desapercibido porque las autoridades no sirven para nada y los que tienen que denunciar andan en otras cosas; esta es nuestra realidad le duela a quien le duela. Barahona es huérfana de padre y madre", puntualizó Cuello.
POR JUAN FRANCISCO MATOS