Puertos de Barahona y Pedernales
A estas alturas desconozco cualquier iniciativa oficial relacionada con el turismo de cruceros y de sol y playa en las provincias de Barahona y Pedernales. Según el Listín Diario de fecha 2/6/2015 la paralización de la explotación de bauxita en Pedernales es un paso previo para la puesta en marcha por el Gobierno de un plan de desarrollo integral de turismo sostenible en la zona.
Entre las empresas involucradas en la actividad industrial y minera en Pedernales se destacan Alcoa Exploration Company, Ideal Dominicana, Dovemco, Sierra Bauxita Dominicana y Cemento Andino Dominicanos. En Barahona sobresalen Cementos Mexicanos (Cemex), Cemento Andino Dominicanos, Khoury Industrial y el Consorcio Azucarero Central (Ingenio Barahona).
Entre las empresas involucradas en la actividad industrial y minera en Pedernales se destacan Alcoa Exploration Company, Ideal Dominicana, Dovemco, Sierra Bauxita Dominicana y Cemento Andino Dominicanos. En Barahona sobresalen Cementos Mexicanos (Cemex), Cemento Andino Dominicanos, Khoury Industrial y el Consorcio Azucarero Central (Ingenio Barahona).
La actividad industrial y minera envuelve contratos de concesión, de explotación minera, privatización (Ley 141-97), leyes de incentivo (Ley 28-01), etc., siendo los muelles de Barahona y Pedernales escenarios de contaminación por el indiscriminado almacenamiento y exportación de minerales y materiales de construcción (arena y blocks), siendo la ciudad de Barahona la más perjudicada por su cercanía con el muelle.
Se trata de una nebulosa que atenta contra el turismo de cruceros en el Sur. Es una nebulosa que comparten las empresas antes citadas junto con la Autoridad Portuaria Dominicana (Apordom) y los ministerios de Turismo y de Medio Ambiente. Es más bien el secuestro del turismo de cruceros a falta de iniciativa o negativa oficial en remodelar las infraestructuras portuarias de Barahona y Pedernales con fines turísticos y comerciales o construyendo nuevas facilidades en Bahía de Neiba (que no es de Neiba sino de Barahona) para la actividad industrial y minera, como se ha considerado en el pasado.
Otra nebulosa es la que atenta contra el turismo de sol y playa en Barahona y Pedernales. Esa nebulosa la comparten Aeropuertos Dominicanos Siglo XXI (Aerodom), el Instituto Dominicano de Aviación Civil (Idac), la Dirección General de Aeronáutica Civil (Dgac) y los ministerios de Turismo y de Medio Ambiente. Por el momento sería un error dar prioridad al turismo ecológico o de aventura (turismo sostenible) en Barahona y Pedernales cuando la prioridad es el turismo de cruceros y de sol y playa, si se quiere comenzar con buen pie.
Sin embargo el pensamiento obtuso de los organismos oficiales impide la planificación del turismo de cruceros y de sol y playa en el Sur pues se trata de un poderoso bunker institucional donde prima la privatización, arrendamientos, contratos de explotación minera, régimen de concesión, leyes de incentivo, etc., con tal de ingresar más dinero al fisco como ha venido sucediendo desde la Era de Trujillo hasta la fecha, sin preguntarse que es lo que más conviene.
Tanto así que el sector oficial no ha sabido o no ha querido siquiera delimitar el turismo de cruceros y de sol y playa como coadyuvantes del desarrollo económico y social de Barahona y Pedernales en línea paralela con el desarrollo de la actividad industrial y minera, como forma de visualizar un desarrollo turístico-minero sostenible que no discrimine cualquier actividad productiva o turística, evitando así la confusión de roles en futuros planes. Hasta ahora eso explica la parálisis turística de los puertos donde solo reina la actividad industrial y minera.
Barahona y Pedernales nunca podrán avanzar turísticamente mientras exista un complot escenificado por Aerodom, la actividad industrial y minera y el poderoso búnker institucional, lo que conforma una impenetrable matriz minero-portuaria con más de sesenta años de instalada, cuando las condiciones productivas eran otras en comparación con la diversificación y nuevos modelos de gestión inherentes a la globalización y la competencia internacional.
Es un imperativo el enfoque pragmático de la actividad industrial y minera, el turismo de cruceros, de sol y playa, ecológico y de aventura, buscando siempre la combinación perfecta o la mayor atracción turística que destaque a Barahona y Pedernales mundialmente. El problema es que desde la Era de Trujillo hasta la fecha al Estado dominicano le resulta mejor o más fácil inmiscuirse en actividades industriales y mineras en el Sur mientras el turismo permance en el limbo, a pesar del aeropuerto María Montez de Barahona. A donde has ido, Joe Dimaggio?
Por Luis Eduardo Díaz Franjul
eduardofranjul@yahoo.com
Sin embargo el pensamiento obtuso de los organismos oficiales impide la planificación del turismo de cruceros y de sol y playa en el Sur pues se trata de un poderoso bunker institucional donde prima la privatización, arrendamientos, contratos de explotación minera, régimen de concesión, leyes de incentivo, etc., con tal de ingresar más dinero al fisco como ha venido sucediendo desde la Era de Trujillo hasta la fecha, sin preguntarse que es lo que más conviene.
Tanto así que el sector oficial no ha sabido o no ha querido siquiera delimitar el turismo de cruceros y de sol y playa como coadyuvantes del desarrollo económico y social de Barahona y Pedernales en línea paralela con el desarrollo de la actividad industrial y minera, como forma de visualizar un desarrollo turístico-minero sostenible que no discrimine cualquier actividad productiva o turística, evitando así la confusión de roles en futuros planes. Hasta ahora eso explica la parálisis turística de los puertos donde solo reina la actividad industrial y minera.
Barahona y Pedernales nunca podrán avanzar turísticamente mientras exista un complot escenificado por Aerodom, la actividad industrial y minera y el poderoso búnker institucional, lo que conforma una impenetrable matriz minero-portuaria con más de sesenta años de instalada, cuando las condiciones productivas eran otras en comparación con la diversificación y nuevos modelos de gestión inherentes a la globalización y la competencia internacional.
Es un imperativo el enfoque pragmático de la actividad industrial y minera, el turismo de cruceros, de sol y playa, ecológico y de aventura, buscando siempre la combinación perfecta o la mayor atracción turística que destaque a Barahona y Pedernales mundialmente. El problema es que desde la Era de Trujillo hasta la fecha al Estado dominicano le resulta mejor o más fácil inmiscuirse en actividades industriales y mineras en el Sur mientras el turismo permance en el limbo, a pesar del aeropuerto María Montez de Barahona. A donde has ido, Joe Dimaggio?
Por Luis Eduardo Díaz Franjul
eduardofranjul@yahoo.com