Casa Abierta llama a cambiar una política perversa‏


EN SANTO DOMINGO: El  26 de junio fue declarado  por la Organización de la Naciones Unidas – ONU, como “Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas”, en el año 1987, “para dar una muestra de su determinación en fortalecer las actividades necesarias para alcanzar el objetivo de una sociedad internacional libre del abuso de drogas”.

Al celebrar este día Internacional contra las Drogas, contrario a lo que se plantea desde la ONU,  en la República Dominicana no se ha expresado esa “determinación”, para generar una política de drogas eficiente y eficaz, respetuosa de los derechos de las personas, que establezca claramente el trato diferenciado entre una  persona usuaria y otra que negocia con las drogas.
El día internacional contra las drogas, encuentra a la República Dominicana de nuevo entre los Estados que no pueden mostrar avances, pues su política  es de las más retrógradas del Continente americano. Se sigue inalterable el modelo de “guerra contra las drogas”, cuyos resultados han sido  peores que las drogas que dice combatir. Las consecuencias son ampliamente conocidas: consumo y tráfico creciente, violencia, corrupción, violación de derechos, chantajes, desbordamiento del sistema carcelario y judicial debido a la criminalización de las personas usuarias… entre muchas otras.

En la estrategia hemisférica, que supuestamente guía el accionar de los estados de nuestro Continente, se plantea que “la  dependencia  de  drogas  es  una  enfermedad  crónica  y  recurrente  con  múltiples  determinantes,  tanto  biológicos  y psicológicos  como  sociales,  y  debe  ser  considerada  y  tratada  como  un  asunto  de  salud  pública, pero en nuestro país la  mayoría  de las personas procesadas son simple usuarias, bajo una ley del año 1988 centrada en la represión.

Se insta a los Estados a  “proveer  los  recursos  requeridos  para  la  efectiva  implementación  de  las políticas  nacionales  sobre  drogas,  y  mantener  un  balance  apropiado  entre  las  actividades  de  reducción  de  la demanda y de la oferta…, sin embargo, hace ya más de 10 años  que el Estado dominicano no aporta mayores recursos al tema de las drogas.

Es inexcusable que el Estado dominicano no preste  atención a los lineamientos hemisféricos, ni a los foros internacionales,   que avanzan hacia una descriminalización del consumo, una perspectiva sanitaria de un  problema, convertido en delito por las miradas más atrasadas en materia de drogas.

Es por eso que al arribar un año más al “Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas”, la República Dominicana no tiene nada que celebrar, y si mucho que reflexionar. La indolencia frente al consumo de las drogas, una ley 50 -88 perversa, unas medidas represivas anuladas por la corrupción, la criminalización de las personas usuarias…,  no pueden  seguir siendo la política oficial.

Este “Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas”, debe ser aprovechado por el Estado dominicano como  punto de partida para abandonar un enfoque equivocado, fracasado, e injusto. Es tiempo de adecuar la política dominicana de drogas a los nuevos vientos que ya soplan en el Hemisferio.

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