A UN AÑO DE MAYO 2016: Las elecciones en RD después de Trujillo, 55 años de votaciones, triunfos y derrotas
FUE EL 20 DE DICIEMBRE DE 1962 CUANDO LOS DOMINICANOS VIERON REALIZAR LAS PRIMERAS ELECCIONES DEMOCRÁTICAS:
EN SANTO DOMINGO: A raíz del ajusticiamiento del dictador Rafael Leonidas Trujillo el 30 de mayo de 1961, la República Dominicana vivió un período de turbulencia e inestabilidad política donde diversos grupos propugnaban porque se instaurara un régimen democrático en la nación. Se sucedieron al menos seis gobiernos efímeros uno tras otro, de 40 y 50 días, hasta culminar con el Consejo de Estado, encabezado por Joaquín Balaguer, cuyas operaciones se iniciaron el primero de enero de 1962.
EN SANTO DOMINGO: A raíz del ajusticiamiento del dictador Rafael Leonidas Trujillo el 30 de mayo de 1961, la República Dominicana vivió un período de turbulencia e inestabilidad política donde diversos grupos propugnaban porque se instaurara un régimen democrático en la nación. Se sucedieron al menos seis gobiernos efímeros uno tras otro, de 40 y 50 días, hasta culminar con el Consejo de Estado, encabezado por Joaquín Balaguer, cuyas operaciones se iniciaron el primero de enero de 1962.
Fue el 20 de diciembre de 1962 cuando los dominicanos vieron realizar las primeras elecciones democráticas, las cuales se desarrollan bajo un escenario donde interactuaron varias organizaciones políticas.
En ese proceso resultó electo el fallecido profesor Juan Bosch, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), quien se convirtió en el primer presidente que tuvo la nación elegido por el voto popular tras la caída de Trujillo. Bosch tuvo como principal contendor al doctor Viriato Fiallo, de la Unión Cívica Nacional (UCN), quien fue derrotado abrumadoramente en lo que se podría decir un tiempo record, a juicio del historiador Daniel Pou Suazo.
Aunque para Pou Suazo, Viriato Fiallo era un estandarte del antitrujillismo carecía de un discurso que le diera cabida a la reforma que necesitaba la sociedad dominicana, discurso este que fue encarnado por el profesor Bosch, quien logra calar en el sentir del pueblo dominicano.
“Un discurso muy pedagógico, un discurso donde se le explicaba a gente cómo en una sociedad los estamentos interactuaban y determinaban formas de poder que también confluían con el modelo económico del momento”, sostiene.
En este escenario también interactuaron varias organizaciones que, aunque no tenían una connotación en términos políticos, sí tenían incidencia. Entre ellas estaban el Partido Revolucionario Social Cristiano (PRSC), cuyo máximo dirigente era el doctor Alfonso Moreno Martínez y Josefina Padilla, viuda Sánchez, quien fue la primera mujer candidata a la vicepresidencia de la República.
También participó el Movimiento Revolucionario 14 de Junio, una organización que encarnaba las inquietudes de la juventud, que tenía una incidencia muy alta en los sectores de las capas media de la sociedad y que dentro de su discurso mantenía postulados que habían sido levantados por el Movimiento de Liberación Dominicana, organización que gestó el desembarco de 1959, en Constanza, Maimón y Estero Hondo.
En ese contexto, dice Pou Suazo, se comienza a configurar el escenario político del país, generándose una bipolaridad entre sectores conservadores que pretendían mantener una situación similar en términos de lo que eran las relaciones de producción y las relaciones sociales, similares a las del régimen de Trujillo, sustituyendo al tirano por una oligarquía tradicional, sobretodo terrateniente sin cambiar los vínculos de las relaciones que se producían a lo interno de la sociedad.
Período 62-66
El politólogo Pou Suazo entiende que los procesos electorales de 1962 se producen en circunstancias muy particulares: primero habían varias tendencias de pensamientos fundamentales, una que abogaba por la erradicación de Trujillo y sus remanentes del escenario nacional y otra que enarbolaba Bosch en el PRD, donde proponía una conciliación con los remanentes del trujillismo en base a una política de borrón y cuenta nueva, y otra posición, que era la desaparición de todo lo que eran símbolos del trujillismo, pero para instaurar un régimen que no tuviera las grandes diferencias en términos de vínculos del poder, que era la que enarbolaba el doctor Viariato Fiallo.
Bosch asumió el poder el 27 de febrero de 1963, pero siete meses más tarde, el 25 de septiembre de ese mismo año es derrocado, un hecho provocado por el descontento de algunos sectores de la vida nacional por las políticas sociales y económicas que el gobernante decidió aplicar, sobretodo la repartición de tierra a los campesinos, afectando considerablemente a los terratenientes.
Después del golpe de Estado al profesor Bosch el país el país se dividió y volvió a ser escenario de una situación política de tensión y, al igual que en el 1961, el poder fue asumido por gobiernos de corto tiempo. Se incrementaron las protestas populares y mientras un grupo exigía la vuelta al poder de Juan Bosch el otro hacía ingentes esfuerzos para que eso no sucediera.
Las elecciones de 1962 fueron anuladas luego del Golpe y se creó una Junta Civil, a la que también se le llamó "Triunvirato", cuyo líder principal era Donald Reid Cabral. Este Gobierno suscitó el rechazo de la mayoría de la población, por lo que nunca logró que fuera legitimizado.
Esa situación provocó que los diversos grupos que apostaban a la vuelta de Bosch al poder se lanzaran a las calles escenificando las más turbulentas protestas que desencadenaron en la Revolución de Abril de 1965, la cual estalló el 24 de ese mes en el Puente Duarte. Cuatro días más tarde se produjo la intervención norteamericana con la llegada de 42 mil marines. Fue la segunda intervención de esa naturaleza por parte de los norteamericanos, la primera fue en 1916.
El Triunvirato también fue dirigido por el doctor Emilio de los Santos, un abogado conservador, que decidió renunciar cuando se produce la ejecución de los integrantes del movimiento 14 de Junio, encabezado por Manolo Tavárez Justo, hecho registrado el 21 de diciembre de 1963 en Las Manaclas, San José de las Matas.
“Toda esta situación de inestabilidad y sobresalto político logra ser reconfigurada después de la guerra de abril de 1965, por la intervención norteamericana y la avenencia de sectores de la vida nacional que, de manera implícita llegaron a consensuar con los representantes políticos de Estados Unidos la instalación de un gobierno con visos democráticos, pero sobretodo un gobiernos que respondiera a los intereses de la estrategia norteamericana en ese momento”, dice Pou Suazo.
El poder fue asumido por Joaquín Balaguer en 1966, donde permaneció por tres períodos consecutivos, hasta 1978, en la llamada “Era de los 12 Años”, un período marcado por la represión y la persecución de los principales líderes políticos de izquierda, registrándose al menos tres mil muertes de personas contrarias al gobierno.
Pou Suazo dijo que Balaguer fue implantado en el poder porque Estados Unidos lo consideró como la figura idónea, porque era capaz de liderar sectores que todavía tenía un peso político en la vida nacional, por su militancia con el trujillismo y estaba dispuesto a realizar la agenda que tenía esa nación para el Caribe en ese momento. El Gobierno de transición de 1965 lo encabezó José Rafael Molina Ureña.
“Entonces, después de ese trauma posterior a la guerra, Balaguer logra neutralizar a los políticos de la izquierda y en 1975 empieza a producirse una fisura dentro de las fuerzas del balaguerismo. Empiezan sectores militares que querían tener espacio de autonomía que se contradecían con Balaguer”, dijo, tras señalar que eso provocó una renuncia del Estado Mayor conjunto de las Fuerzas Armadas (hoy Ministerio de Defensa) generando una crisis que provocó que el propio Balaguer asumiera el mando en su persona de todo lo que era el aparato militar.
Los problemas generados en el entorno del Gobierno balaguerista, a lo que se agrega el hecho de que ya
Estados Unidos empezaba a deshacerse de todas las dictaduras de América Latina provoca un cambio en República Dominicana, y se llama a elecciones en 1978, las cuales fueron apoyadas por los norteamericanos. En este proceso resultó electo Antonio Guzmán, por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
“Para el PRD tomar el poder con Antonio Guzmán a la cabeza, tuvo que desplazarse a hacer presencia en el Congreso Nacional el jefe del Comando Sur de las fuerzas norteamericana en ese momento y prácticamente rodear la isla con portaaviones y una fuerza de desembarco de acción rápida, por si era necesario neutralizar las FFAA dominicanas que no estaban por aceptar el triunfo del PRD y la destitución de los mandos militares tradicionales hasta ese momento”, detalla el politólogo.
Grandes líderes pero sin la banda presidencial
“Entonces, después de ese trauma posterior a la guerra, Balaguer logra neutralizar a los políticos de la izquierda y en 1975 empieza a producirse una fisura dentro de las fuerzas del balaguerismo. Empiezan sectores militares que querían tener espacio de autonomía que se contradecían con Balaguer”, dijo, tras señalar que eso provocó una renuncia del Estado Mayor conjunto de las Fuerzas Armadas (hoy Ministerio de Defensa) generando una crisis que provocó que el propio Balaguer asumiera el mando en su persona de todo lo que era el aparato militar.
Los problemas generados en el entorno del Gobierno balaguerista, a lo que se agrega el hecho de que ya
Estados Unidos empezaba a deshacerse de todas las dictaduras de América Latina provoca un cambio en República Dominicana, y se llama a elecciones en 1978, las cuales fueron apoyadas por los norteamericanos. En este proceso resultó electo Antonio Guzmán, por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
“Para el PRD tomar el poder con Antonio Guzmán a la cabeza, tuvo que desplazarse a hacer presencia en el Congreso Nacional el jefe del Comando Sur de las fuerzas norteamericana en ese momento y prácticamente rodear la isla con portaaviones y una fuerza de desembarco de acción rápida, por si era necesario neutralizar las FFAA dominicanas que no estaban por aceptar el triunfo del PRD y la destitución de los mandos militares tradicionales hasta ese momento”, detalla el politólogo.
Grandes líderes pero sin la banda presidencial