Periodistas : Gremiales o no‏


El tema de quien es o no es periodista, ha sido ampliamente discutido en varias partes del mundo, desde hace mucho tiempo. Es mucho lo que se ha escrito acerca de algo que ha sido motivo de preocupación para muchos.

Sin embargo, todo ha concluido en el sustento de lo que establecen las leyes, constituciones y tratados internacionales, incluyendo lo que establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos, como punto de partida.

En esas discusiones, no se ha establecido realmente a quien se le puede llamar periodista o a quien no, ya que todo ha concluido en saber: qué es el periodismo, cómo y cuando nace, cual es el sustento que determina el ejercicio como tal y las consecuentes exigencias legales a que se somete dicho accionar.

Hay algo importante que sí creo debe aclararse y es el hecho del ejercicio periodístico desde el punto de vista académico y el no académico, que es donde está la diferencia. No obstante también aclarar que entre los más grandes del periodismo dominicano a través de su historia, hemos tenido a personas que han ejercido con alta calidad y capacidad, sin haber sido académicos y por eso, nadie les puede restar sus méritos.

Se recuerda que el Profesor Juan Bosch, fue catedrático universitario sin ser académico, bueno, si estoy equivocado por favor me corrigen.

Los gremios periodísticos establecen normas y exigencias académicas a partir de la Ley 10-91 pero antes de esa Ley, todos sus integrantes eran periodistas iguales; esas diferencias se han hecho notorias ya que quienes no presenten la documentación que avale el término de sus estudios, no puede solicitar su ingreso a los gremios que agrupan a esos profesionales y esa es una conquista muy loable.

La diferencia está entre el empirismo y lo académico, si el periodismo según la Constitución y las leyes es, buscar la información, elaborarla y brindarla dentro de lo que se establece legalmente, con calidad, altura y respeto a la dignidad humana y además, quien de éste modo lo ejerce, lo usa como medio de sustento personal y familiar, entonces nadie le puede negar que está haciendo periodismo.

El académico por su parte, goza de las prerrogativas que le ampara la Ley que lo agrupa en Gremios con logros y concesiones especiales.

Más que caer en discusiones, lo más importante es que cada profesional, especialmente los que hayan tenido la oportunidad de prepararse académicamente, se preocupe en mantener en alto su dignidad, su integridad, su ética y la calidad que debe caracterizar a cada uno como individuo, más que poner como Escudo un Título, ya que dentro de ese conglomerado, hay personas muy respetables en todo el sentido de la palabra, pero también los hay que viven dando vergüenza a su propia clase.

Hay que tratar de vivir en Paz con Dios y con uno mismo, dice el poeta Jorge Labat, sobre todo en un país en que tenemos a médicos ejerciendo la agricultura y a Ingenieros conchando en carros públicos, periodistas haciendo construcciones y donde ni siquiera la Constitución de la República establece que para ejercer la Presidencia, se tiene que ser académico.

Siempre será la Paz, el Norte de los buenos cristianos.

Por Felix Betances
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