OPINIÓN: No hay mal que dure 20 años ni pueblo que los resista…‏


Parece ser la lectura que pudiéramos darle a la situación actual del partido de gobierno dominicano con rumbo a culminar sus extraños 16 años de gobierno en el año 2016, que de ganarlas, lo cual dudamos, dadas las graves dificultades internas y la evidente recomposición de la oposición a encabezar por el PRM y su candidato, el licenciado Luis Abinader, lo llevaría a 20 años de gobierno de los últimos 24 años a cumplirse en el 2020.

 Nos llega a la memoria la  sentencia antigua que expresa, no hay mal que dure cien años ni cuerpo que los resista, ya que es consabido que los gobernantes y partidos,  al cumplir los doce años de gobierno, se van , y ese ciclo extrañamente fue roto en las pasadas elecciones, las del 2012 y que muchos no terminamos de aceptar, los cuales han sido de relativa paz por una actitud de parte del gobernante, que aunque no ha surtido soluciones nacionales, representa un oasis en comparación con la hostil acción de gobierno que lo precedió, de 8 años seguidos.

 La inmensa agitación que representa el Leonelismo a la gestión de gobierno de Medina, exhibe su máxima expresión en tres vertientes, una, las  sostenidas  y ardientes declaraciones de los Vinchos, sobretodo del diputado designado, la renuncia en pleno de esa cuadra aliada aparentemente eterna del partido de gobierno, materializada ya desde anoche  cuando fueron sustituidos en los puestos de gobierno, y el tercer factor lo constituye la rebelión congrecional  que se ha escenificado en el país contra las directrices de la más alta instancia política en materia de ese partido, rebelión ésta,  claramente prohijada por el ex presidente Fernández.

La salida del poder del PLD, es evidente que  para las elecciones venideras, las grandes diferencias grupales lucen superar con creces las de su  otrora archienemigo PRD cuando ejercía el gobierno,  no parece existir causa alguna que los unifique, mientras en la oposición nace una esperanza, el PRM realizó su convención sin pleitos y solo resta que su candidato tome un camino inteligente de desprendimientos y concertaciones reales con todo el espectro político opositor y que también lo haga hacia el interior de su partido, debe entender que no basta con la integración de todos los perremeista, que los equipos de el ingeniero Mejía suman mucho y suman más como equipo que en la individualidad, la oportunidad de salir de estos males están dadas,  solo hay que aprovecharlas, el pueblo está en Abinader y eso es lo que importa.

POR JOSÉ ANTONIO MATOS PEÑA


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