OPINIÓN: Juego peligroso: no hay peligro en verla, el peligro es que te la pierdas‏

Presencié recientemente la puesta en escena de la obra teatral Juego peligroso, invitado por su directora Felicia Guzmán, quien a través de la compañía Teatro de Calle presenta esta singular obra. Se trata del
drama ejemplificado por la relación entre un hombre y una mujer que viven sacudidos por la sospecha y la proyección de sus más recónditos pensamientos interiores alrededor de la triangularidad sentimental con
la que anhelan resucitar la pasión apagada para hacer renacer el idilio.


Presa de ese deseo de experimentar la misma catarsis emocional de antes, ambos buscan en otra pareja lo que habían perdido, reflejarse y descubrirse en alguien distinto, haciendo de la infidelidad un camino para regresar a la fidelidad de un amor que se había cansado.

De este montaje de teatro puedo decir que es una excelente muestra de que a través del humor se puede transmitir, en forma simple y entretenida y a la vez profunda, un mensaje que nos invita a plantearnos y replantearnos la cotidianidad de una relación de pareja dentro de un drama cuya comicidad no le resta seriedad. Allí vimos la conflictiva interrelación de una vida compartida donde ya no se comparte nada diferente al techo común que cobija su rutina y donde la magia huyó y con ella también huye el deseo de seguir en ella.

Viéndola nos podemos reír de nosotros mismos, de las cosas iguales que nos suceden pero que al estar sumergidos en el drama real de nuestra vida no nos suscita hilaridad. La intrahistoria de la pareja se da
dentro del pequeño espacio de una modesta producción, pero no importa tanto lo modesto de ésta cuando todo el equipo técnico y de dirección pone el alma en la obra como la pusieron en Juego peligroso.

Al trasladar a la tabla el sicodrama de una pareja abrumada por la monotonía de una relación que ansían reverdecer como en sus mejores tiempos, Felicia nos envuelve dentro de la magia de la obra, haciéndonos partícipes de sus emociones, problemas, sueños y aspiraciones planteados con todo el dramatismo de una buena comedia psicológica.

Así se logra crear de una manera simpática, cómica y dramática una historia llena de intriga, donde los roles de dominio y sometimiento se superponen, se intercambian y se intercalan, para llevar al público por los vericuetos de una trama donde la emoción, la risa y el suspenso parecen bajar y subir por una “montaña rusa”. Ahí no hubo una pausa para el aburrimiento, aunque sí para la reflexión.

Felicia Guzmán logra reproducir en esa obra los caracteres dramáticos de la vida gris de muchas relaciones sentimentales de ahora, de hoy, de ayer y de siempre, la vida personal de muchos de nosotros. Nos reímos, nos divertimos y nos emocionamos tanto, que sentimos que todo pasa tan rápido... por eso no me importaría volver a presenciarla para disfrutar el intenso goce de verla y transportarme de nuevo por el puente por donde nos lleva y nos trae Juego peligroso. Pienso que es uno de los grandes montajes teatrales del momento y que no será fácil encontrar comedias mejores que ésta actualmente en la cartelera dominicana.

La historia que nos cuenta Juego peligroso es realmente fenomenal, tiene unos giros increíbles que exprimen todas tus emociones... Y el actor Mario Peguero y la actriz Lis Soto estuvieron fantásticos en sus actuaciones.

Me resultaría difícil decir quién me impresionó o me gustó más, porque ambos fueron maravillosos en escena. Y más que eso, sublimes. Presenciamos un derroche de talento bajo la conducción de Felicia Guzmán, quien logró extraer lo mejor de ambos.

Mario Peguero y Lis Soto hacen buena pareja como profesionales de la actuación. Me impresionó de ambos su capacidad para mantener encendido el diálogo y los soliloquios sin que sus voces trastabillaran ni en un solo momento. Eso se llama seguridad, profesionalidad, concentración y encarnación excelente de sus personajes.

Juego peligroso merece ser disfrutado por más público que el que ha tenido h sta el momento. La obra continúa este fin de semana en cartel para brindar la posibilidad de degustar este manjar teatral.

 La recomiendo, no se arrepentirán de verla, vayan hoy a las 8:30 P.M y si no mañana a la misma hora o el domingo a las 6:30 P.M al local ubicado en la Roberto Pastoriza #111 Esq. General Cambiazo, entre Ortega y Gasset y Tiradentes, ensanche Naco.

Por Claudio Acevedo
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