MURIÓ POR AMOR: UNA HISTORIA ENTRE LAS MONTAÑAS DE SAN JOSÉ DE OCOA
Esta es una historia que se remonta a principios de la década de 1930 en nuestro pueblo San José de Ocoa, el cual era municipio de la provincia Peravia para dicha época. Para esa época llego a Ocoa un joven doctor de apellido Castaños, que decidió ir a este remoto pueblecito a hacer su pasantía de su carrera de medicina.
Durante su estancia en nuestro pueblo conocido a diversas personas, pero hubo una joven de la cual se enamoro por completo. Esta joven era Adrianita Pimentel, hija del gran hacendado y comerciante Don Héctor Pimentel (considerado para esa época como el hombre más rico de Ocoa y el primer hombre en declarar RD$1,000,000.00 en la región Sur del país).
Durante su estancia en nuestro pueblo conocido a diversas personas, pero hubo una joven de la cual se enamoro por completo. Esta joven era Adrianita Pimentel, hija del gran hacendado y comerciante Don Héctor Pimentel (considerado para esa época como el hombre más rico de Ocoa y el primer hombre en declarar RD$1,000,000.00 en la región Sur del país).
El Dr. Castaños enamoro a Adrianita y tuvieron una relación de poco tiempo, ya que él no tenía una aprobación total departe de los padres de la señorita. El Dr. Castaños fue creando un amor obsesivo por ella, llevándolo al extremo de planear huir de Ocoa con Adrianita.
Una noche de marzo de 1931 el Dr. Castaños decide, sin dudas algunas, ir por la joven a la casa de esta. Penetró la residencia de la familia Pimentel violentando las cerraduras y aldabas con revolver en mano; comenzó a dispar desenfrenadamente y procurando a Adrianita. Al oír los tiros y estruendos del Dr. Castaños, Don Héctor Pimentel y su esposa salieron de la casa huyendo y la joven Adrianita se escondió en su armario de ropas, ocultándose detrás de unos vestidos.
Desesperado el Dr. Castaños buscó por toda la habitación a la joven, al no encontrarla comenzó a disparar desenfrenadamente al azar. Esto provocó que muchos residentes del pueblo se aglomerarán alrededor de la casa, entre los cuales estaba el comisario (jefe de policías del pueblo) Oderto Sánchez. Todos se preguntaban qué haría el doctor.
Llegando a una desesperación y revuelo de emociones y sentimientos el Dr. Castaños escribió una carta en la cual decía: "quiero que me entierren en el pueblo de mi amada Adrianita y en mi tumba solo coloquen la frase MURIO POR AMOR". Al terminar se acostó en la cama de la señorita, se colocó vestidos de ella sobre él y sin más que hacer decidió quitarse la vida con un tiro en la cabeza.
Al oír el último disparo un joven hombre llamado Tomás Sánchez, entró junto a otros hombres a sacar a Adrianita. Tomás la encontró escondida en el armario, la tomó y la presento a las personas en uno de los balcones de la casa.
Cabe destacar que la familia del Doctor Castaños decidió cumplir su petición y fue enterrado en el cementerio de San José de Ocoa.
Y debo añadir, que el comisario Oderto Sánchez fue ultimado de un disparo en el pecho durante la desconcertante trama que se vivía esa noche en el pueblo. Muerte que se le atribuye a una persona que tenía ciertas diferencias y rencores con la familia Sánchez. El Sr. Oderto Sánchez era el abuelo del luchador Rafael Sánchez (Jack Veneno), orgullo ocoeño.
Para saber sobre mas detalles de la historia, pueden leer el libro de el Sr. Viriato Sención, titulado Adrianita que oscura la noche".
/Tomado de Ocoaenred.com/.