Adolescente necesita apoyo para cirugía
EN SANTO DOMINGO: Fiormely sigue mostrando su bella sonrisa, pese a que nació con una enfermedad que actualmente le impide movilizarse y hasta acudir a la escuela. La adolescente de 14 años fue sometida a una primera cirugía cuando apenas tenía seis meses de nacida en el hospital infantil Robert Reid Cabral y a otra cuando cumplió 11 años en el nosocomio Antonio Musa de San Pedro de Macorís.
Necesita una tercera cirugía en la cadera, rodillas y pies para corregir los efectos que ha dejado en su cuerpo la mielomeningocele, un defecto del tubo neural en el cual los huesos de la columna no se forman totalmente, provocando un conducto raquídeo incompleto.
Necesita una tercera cirugía en la cadera, rodillas y pies para corregir los efectos que ha dejado en su cuerpo la mielomeningocele, un defecto del tubo neural en el cual los huesos de la columna no se forman totalmente, provocando un conducto raquídeo incompleto.
Esta enfermedad provoca que la médula espinal y las meninges, que son los tejidos que la cubren, sobresalgan de la espalda del niño. Se estima que puede afectar a uno de cada 4,000 bebés.
A causa de la enfermedad, Fiormely padece también incontinencia urinaria y pérdida de control en sus esfínteres, por lo que ha dejado de asistir a la escuela desde hace seis meses.
Su madre Fiordaliza de Jesús, de 31 años, tampoco podía pagar un transporte para llevarla en su silla de ruedas a la escuela pública Teresa Calcuta, en Barrio Nuevo de Cabayona, donde cursaba el octavo curso.
Después de que el bebé nace con mielomeningocele se recomienda una cirugía para reparar el defecto en los primeros días de vida, pero la mayoría de los niños con esta afección requieren tratamiento permanente para los problemas que resultan del daño a la médula espinal y los nervios raquídeos.
Se pueden presentar nuevos problemas dentro de la médula espinal después en la adolescencia, que pueden provocar más pérdida de la funcionalidad, deformidades del pie o del tobillo, luxación de la cadera y rigidez o contracturas articulares. Esta es la realidad que enfrenta ahora Fiormely, por lo que necesita una nueva cirugía para dejar la silla de ruedas en la que está actualmente postrada.
Su madre no cuenta con los ingresos para comprar los materiales que se requieren para la cirugía que sería hecha en la Asociación Dominicana de Rehabilitación. Los escasos recursos que obtiene limpiando una casa dos veces a la semana apenas le alcanzan para subsistir.
Las personas que deseen solidarizarse con Fiormely para que conserve su sonrisa pueden llamar a su madre Fiordaliza de Jesús al teléfono 829-778-8674. Reside junto a Fiormely y su otro hijo de ocho años, Frederick Jandel, en el proyecto La Omsa, en Palavé, Manoguayabo, de Santo Domingo Oeste.